Realmente es algo complicado de contestar, es más, todo es tan relativo, que depende de cada uno, pues cada persona tiene una manera muy distinta de pensar, y con esto viene el dilema, ¿quién tiene razón y quién no?, o mejor dicho, ¿quién se acerca a un pensamiento más acertado o conveniente para todos?, esto… esto sí que es difícil.
Sin duda esta es una pregunta trampa, pues en el ámbito de lo humano, nuestras acciones no son pruebas que se puedan puntuar de cero a diez, pues como dije antes todo es relativo, y cualquier decisión, conlleva unas consecuencias más negativas o más positivas, dependiendo para quién.
Así que, se me ocurrió buscar la definición de correcto, en la RAE, y dice que significa libre de errores o defectos, conforme a las reglas. Pero claro, ¿qué reglas son esas?, ¿quién las ha escrito?, pues supuestamente estamos hablando de las reglas éticas y morales, normas universales que respetan el derecho que tenemos todos; aunque volvemos a ver la trampa, pues lo correcto en un país con un régimen gobernado por un tirano, no es lo mismo que en un país democrático.
Sin embargo, fíjate que curioso, que en los dos lados, lo que hacen es correcto, pero si los comparamos, seguramente serán contradictorios, por ejemplo la libertad de expresión en uno, estará prohibido y en el otro no, ¡y la normativa sobre este tema sería correcta en las dos!, ¿cómo puede ser eso?... ¡Umm!, me falta una pieza.
A parte de la relatividad que comentaba, esto me hace fijarme en un detalle... Vale, es correcto en los dos países, pero, ¿es justo?... ¡Aah!, es que no es lo mismo; si nos volvemos a ir, a la definición de justo en la RAE, significa que obra con justicia y razón. Entonces veo que no estamos hablando de lo mismo, cuando hablo entre lo correcto y lo justo.
Mientras la palabra correcto me suena más a normativa y cumplimiento, justo, me sabe más a honestidad y dignidad; de manera que algo puede ser correcto pero no justo, puede ser las dos cosas, puede ser justo pero no correcto o ninguna de las dos.
Entonces, ¿en qué quedamos?, yo creo que si no quieres violar las normas debes hacer lo correcto, que puede ser lo justo también, pero también puedes hacer lo justo, que a lo mejor no es lo correcto, y puedes meterte en un lío, por saltarte una norma, ¿no?, o ninguna de las dos (espero que no te hayas perdido).
Haciendo esta distinción queda bastante claro, la doblez y la hipocresía con la que se legisla en este mundo, al final, todo es según convenga, y se mueve a gusto siempre del más fuerte. La verdadera justicia, es totalmente independiente a todo esto, y normalmente suele acompañar más al pequeño, al débil y al inocente; el problema es que conviene más lo correcto, que lo justo.
Por ejemplo, con el tema de las narcosalas, es más correcto para el gobierno, pagar para facilitarles a los drogadictos su dosis de una manera simplemente más aséptica, que gastarse dinero en programas sociales para sacarlos de la droga y reinsertarlos, que es más justo; pero el dinero una vez más, es el que manda.
Es más correcto sacrificar animales con una inyección, que organizar programas de concienciación y adopción, que es más caro y necesita más tiempo, aunque sea lo justo.
Esto son dos ejemplos varios, de los muchos que se pueden poner para ver la diferencia y el arma de doble filo que significa. Aunque pueden coincidir, yo te aconsejaría, que te movieras más en tu vida por lo que piensas que es justo, que por lo que es correcto.
En muchísimas ocasiones, en la historia, han muerto muchos inocentes por hacer lo correcto, al igual que se han salvado mucha gente por hacer lo justo.
Está claro que lo ideal sería una mezcla de los dos, en la cual lo correcto haría ver como se hacen las cosas y lo justo, clasificaría si es ético o no, por muy correcto que pueda ser, ¿no crees?.
Así que, piénsatelo muy bien, antes de actuar, pues cada decisión que tomas en tu vida, cada norma que aceptas cumplir o no, lleva consigo una serie de consecuencias, y al final con tu juicio (sobre lo justo), tú decides que es lo correcto, porque al fin y al cabo, lo importante es que te quedes tranquilo contigo mismo, al hacer aquello que te hará sentirte bien. Por tanto, esto te invita a ser realmente honesto, ya que implica la capacidad de llevar la contraria a ciertas situaciones, si es necesario, en la que te encuentres inmersas.
Como también es importante saber que los errores son parte de la vida y una fuente de sabiduría, por eso no conviene tener miedo o estigmatizar los fracasos, como experiencias negativas. El dilema puede ser mayor, cuando sabes que la decisión que puedes tomar tendrá serias consecuencias, entonces, tendrás que decidir y/o equilibrar entre lo justo y lo correcto.
Mi consejo, es que cualquier acción que no entre en conflicto con tus principios morales, éticos o culturales será lo correcto, pero, si lo hace, tendrás que discernir, si quizás puedas estar equivocado, y atiendas a ser más justo, o más cabal. Pero ante todo, no te justifiques en tu vida solo con hacer lo correcto, pues como ser humano, como raza superior a la que perteneces, tienes un compromiso de ver más allá, actuar con valentía y dignidad, luchando por algo más, que no cruce de lo que sea meramente solo de tu interés.
Esto es muy personal y como dice la frase en latín “Nosce te ipsum”, que significa conócete a ti mismo, es nuestro deber alcanzar un conocimiento tal, que nos ayude a saber si en nuestra vida hacemos lo correcto, pero a su vez también lo justo.
Mantente comprometido en tus decisiones, pero siempre se flexible en tu enfoque, ya que un hombre sabio toma sus propias decisiones, y un hombre ignorante sigue la opinión de la gente…
Recuerdo haber abordado este tema en lecturas de hace mucho tiempo. Los temas que lo comprenden son Ética y Valores y Asertividad. Haría falta abordar algunos de estos aspectos para no redescubrir el hijo negro, sino partir de categorías "filosóficas" que han sido discutidas ampliamente en diferentes épocas de nuestra civilización.
ResponderEliminarHe recomendado varias veces este libro. Creo que en este tema, a quien se interese le daría mucha luz al respecto.
http://www.orgoneintegra.com/activacioncart-producto.asp?ProductoID=405&CategoriaID=2&SubCategoriaID=6&Title=El%20Triunfo%20de%20la%20Conciencia
Y para finalizar, en donde vivo, hay un programa radiofónico cuyo eslogán es: "Porque no todo lo que es justo, es legal ..."
Gracias por el aporte.
EliminarBuen artículo, en este tema podemos abordar en el ámbito del Derecho la diferencia entre ley y mandato dándonos cuenta como los Gobiernos visten de ley un mandato pretendiendo de buena fe hacer lo correcto más no lo justo.
ResponderEliminarAsí es. Gracias Shazare.
ResponderEliminarEl ser humano lleva más de tres mil años intentando resolver esta cuestión. En mi opinión el bien y el mal son conceptos relativos, dependen del marco de relaciones en el que el individuo se mueva. En realidad son conceptos que solo tienen sentido en el supuesto de la vida en sociedad. Para un individuo en soledad, bueno o malo se centrará en su supervivencia, exclusivamente. En las relaciones sociales hay un principio muy claro: No hagas al otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti mismo. Llanamente. Si no te gusta que te roben, no lo hagas. Si no deseas que tu familia sea asesinada, no lo hagas. Respeta al prójimo como te gustaría que el prójimo lo hiciera contigo. Para mí eso es lo correcto. Por supuesto, las relaciones sociales deben estar legisladas. Desgraciadamente no vivimos en un mundo perfecto. En ese caso se plantea el debate de si una ley es justa o no. Ahí dependerá de si el Estado que legisle es democrático, con todos sus defectos, o no. Si lo es, deberemos cumplir la ley y si no estamos de acuerdo deberemos votar a la opción que la vaya a cambiar. Si no es democrático, ahí está el dilema. ¿Cómo desafiar a la autoridad? Esta es el argumento que suelen tergivesar los terroristas. Dice: Mis acciones son válidas porque estoy luchando contra un estado opresor que no me deja otra opción que matar y atentar para cambiarlo. Un argumento enfermizo e injustificable. Evidentemente, ninguna idea merece una sola gota de sangre.
ResponderEliminarMuy buen artículo y muy buena ocasión para reflexionar.
¡Saludos!
Gracias David.
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