Grandes cosas se han hecho en este mundo por amor, sin duda es el sentimiento más grande que pueden experimentar los seres vivos y en particular los seres humanos.
Lo podemos definir, entonces, como un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser; hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. Como también puede ser un sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
Desde el punto de vista biológico podemos explicarlo como una serie de reacciones químicas en cascadas, que se producen en el cerebro, en concreto hormonas como la dopamina, serotonina y la oxitocina, que provocan una sensación de euforia, placer y bienestar en la persona, como si se tomara una droga. Todo esto, con la finalidad de socializar, emparejar y asegurar la supervivencia de los individuos y de la especie.
Existen muchos tipos y formas de experimentar el amor, tenemos por ejemplo, el amor de madre, que es un vínculo muy especial y casi indestructible generado por la madre y su hij@, o el amor propio que tiene cada persona; el mal entendido, amor platónico, como se dice, un amor secreto imposible, también está el amor narcisista completamente egoísta, o el amor comprometido, almas que son tal para cual... Así una larga lista, en donde las personas, las circunstancias y el equilibrio emocional, proporcionan cualidades al amor, desde el más bello e ideal, hasta el más horroroso y enfermo (si se le puede considerar a eso amor).
Siendo así, es curioso, como un sentimiento tan, tan fuerte, capaz de realizar esfuerzos sobrehumanos e incluso, el de dar la vida literalmente por otra persona, solo se use en la mayoría de la veces, de una manera muy superficial o puntual. El amor tiene un potencial grandísimo, el ser humano por amor hace lo que haga falta, salta los obstáculos que se interpongan en su camino, hace de algo imposible de imaginar, una realidad asombrosa que supera todos límites que el hombre posee.
Por eso, es sin duda, el amor unido a nuestro pensamiento, el arma más poderosa que existe en este planeta, no hay creación destructiva del hombre, que iguale el poder que tiene el amor, para transformarlo todo y generar una riqueza, en todos los sentidos, capaz de abrir los ojos a otra manera de ver las cosas.
Como decía antes, nosotros relacionamos normalmente el amor con el enamoramiento, la relación de parejas y situaciones similares, rozando solo la superficie de este sentimiento tan aparentemente conocido. Lo que nos cuesta ver de una manera más clara, son las posibilidades que tiene, pues cuando uno aprende a observar y a meditar, sobre todo lo que tiene alrededor, empieza a sentir la energía de la vida, de los que tenemos al lado, de la naturaleza, de todos los seres vivos y empieza a experimentar amor, no solo por su familia, sino por todas estas cosas, en las que de principio nunca se había fijado.
Parece como si todo estuviera hilado a la perfección, conectándote a una nueva realidad, que siempre ha estado ahí, y de repente aparece; empiezas a ver la diversidad, como un todo, algo que vibra y se mueve, como un ser gigante y que tiene una conexión, que va más allá de lo meramente físico.
Si por algo se definía el amor como nombraba más arriba también, es por la búsqueda, la unión y la atracción, así, cada vez más la física cuántica llega también a hablar, que el amor es la única fuerza, que se adapta al significado del universo, por eso los átomos se buscan formando moléculas, y a su vez estos compuestos, se rompen y vuelven a atraerse para crear nuevas sustancias, al igual que la fuerza de la gravedad también une la materia formando planetas, y nos mantiene unidos en esta gran roca; toda una variedad de fuerzas, que coinciden claramente con la definición del amor, por tanto no sería una locura, incluso decir, que la fuerza del amor es la que hace que exista el universo. Por eso es realmente la potencia del amor, lo más poderoso que conocemos.
Cuando uno llega a entender estas cosas y ve como es en verdad esta existencia, comienza a amar este orden, este equilibrio, empieza a sentir también compasión, empatía y caridad; capacidades que tanto nos cuesta ver, por el simple hecho que nos hemos rodeado de cemento y hormigón, calzadas de alquitrán, vehículos contaminando, generando mucho ruido y luces de farolas y anuncios; esto forma un cocktail tal, que nos encierra en una coraza artificial tan alta, que ni siquiera nos deja ver bien el azul del cielo, el sol o la luna. Aislándonos por completo de verdadera naturaleza del hombre, ¿y qué es lo que pasa cuando nos aislamos?, que perdemos la capacidad de sentir, haciendo de nosotros personas frías, con una baja capacidad para amar, entre otros.
Todos tenemos un pequeño generador de amor dentro de nosotros, y al igual que el cosmos, podemos producir este sentimiento tan maravilloso. Una fuerza que el hombre aun teme, pues es la única energía que el ser humano no es capaz de controlar a su antojo, y digo esto, porque todo en este universo son ondas y energía, solo eso, somos eso, en serio, esto no es espiritualidad, o cosas raras, esto es física pura y dura. Por eso, al igual que el hombre ha sido capaz de dominar otras fuerzas y energías, (algunas de ellas para generar grandes desastres), ojalá algún día, la humanidad pudiera fabricar una bomba de esta energía llamada amor, que destrozara el odio y el egoísmo que domina sobre la faz de la tierra, que hay por nuestra culpa. Sin duda sería el arma definitiva, distinta a todas las demás, que transformaría al hombre en su homólogo superior, curioso ¿verdad?, un arma para combatirnos y a la vez beneficiarnos, para bien.
Por tanto, después de todo lo dicho, de hablar del todo, y con generalidades, ahora te digo a ti, que todo esto corre de tu cuenta, depende de ti, debes entender que el amor, no es algo "cursi", no es una tontería, que no tienes tiempo o no crees en él porque tuviste malas experiencias con algunas personas. El amor lo es todo, y tú, si quisieras, puedes ser amor, pues a esto estamos llamado todos, es más que un sentimiento, es un don que cada ser vivo posee dentro de sí; solo el amor cambiará el mundo, y no el que tienes por tu familia, por la pareja, por tus hijos solamente, no, no, yo te hablo de mucho más, algo grandioso.
Cambiar el mundo amando, ayudando al necesitado, a ese que está cerca de ti, al que pide ayuda y se la merece; amor por los animales, en especial por los callejeros, respeto por la naturaleza, por tu ciudad, por tus gentes, por los que viven también lejos, por los que son diferentes a ti, no dejes de generar amor, como la dinamo de una bicicleta. Esto es lo importante, no hay nada más necesario, hasta que cada uno de nosotros no derramemos amor cada día, no se podrá apagar el fuego del odio, de las guerras, las envidias, las mentiras, los egoísmos, ¿entiendes?.
Por eso, esta historia empieza por mí y acaba por ti; esto es grande, muy grande, y mientras que no te des cuenta de esto, todo seguirá igual, entérate de una vez que tú estás aquí, para amar, no para ser un esclavo. ¡Déjate de tonterías!, no te pierdas con tantas cosas superfluas que no sirven para nada; amar, no es igual a ser tonto, amar no significa decir siempre que sí, todo lo contrario, es ser adulto, responsable con la vida, elevar tu ser a la máxima expresión. No tengas miedo, no perderás tu hombría o tu feminidad, no te mostrarás más débil, sino todo lo contrario, crecerás como persona y la gente escuchará con atención tus palabras y tus actos, amor es fortaleza, quien ama es fuerte.
Entonces te invito a que ames, respeta y no dejes de amar nunca, hasta el último día en que te mueras; pues amar no es solo querer, es sobre todo comprender. Se aprende a hablar, hablando, a estudiar, estudiando, a trabajar, trabajando, de igual forma, se aprende a amar, amando.
Este es el nuevo hombre/mujer del siglo veintiuno, ¿quieres serlo tú también?... Pues no esperes más, se valiente, pasa página.
Entonces te invito a que ames, respeta y no dejes de amar nunca, hasta el último día en que te mueras; pues amar no es solo querer, es sobre todo comprender. Se aprende a hablar, hablando, a estudiar, estudiando, a trabajar, trabajando, de igual forma, se aprende a amar, amando.
Este es el nuevo hombre/mujer del siglo veintiuno, ¿quieres serlo tú también?... Pues no esperes más, se valiente, pasa página.
Si supieramos amar de verdad, el mundo sería diferente
ResponderEliminarAsí es, si pusiéramos un poco de empeño, tan solo con nuestro alrededor, todo sería diferente. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarExcelente, empecemos por tener y enseñar a tener bondad en el corazón.
ResponderEliminarCreo que uno va conociendo el amor a lo largo de la vida en sus diferentes facetas, como hijo, nieto, sobrino, amigo, pareja, como padres...sufre desengaños y llega hasta a creer que no existe...y entonces la maravillosa fuerza vital nos devuelve al juego y nos permites maravillarnos frente al único sentimiento realmente puro. Porque cuando realmente amamos no hay egoísmos, no hay barreras, no existen las distancias, se acaban las excusas...amar es el mayor acto de fe porque nos permite consagrar nuestra vida a otros
ResponderEliminarPor eso mismo, el amor es tan poderoso. Sin duda el arma definitiva frente a nuestro lado más oscuro. Gracias por comentar.
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