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domingo, 16 de abril de 2017

La Síndone

Hace una semana que brilla la primera luna llena de la primavera y siete días después, hoy, es domingo de Pascua en donde millones de personas, celebran la resurrección de Jesucristo, el paso de la muerte a la vida. Sin duda el día más importante para la iglesia católica, en donde todo cobra sentido, pues si la muerte ha sido vencida, ya no hay nada que temer.

Cuando publiqué el artículo de la duda, si lo leéis, podéis ver que dejé entre interrogaciones, el que no hubiera pruebas científicas sobre la existencia de dios, y así es, por desgracia no las hay, por tanto, todo se queda en una creencia, pero nada más, no se le debe dar más importancia, que el respeto a una fe personal de cada uno, sin que influya en la vida político-social de nuestra sociedad, como por desgracia hace.

Sin embargo, hay una reliquia interesantísima y a la que la iglesia la mantiene un poco de lado, pues dice que no es necesaria para creer en dios. Mira por donde, para mí, es la única “prueba” que he encontrado, que podría confirmar la existencia de dios y un más allá. 

Esta reliquia es la Síndone, o para que todos lo entendáis, la sábana que cubrió a Jesucristo en el sepulcro, hasta su resurrección según los textos bíblicos, formándose una imagen de este hombre en el sudario. El estudio de esta sábana es enorme y aun se sigue trabajando sobre ella.

El sudario de Turín o Sábana Santa, como también se le llama, por estar en la catedral de San Juan Bautista en Turín, es una tela que mide cuatro metros y pico de largo por un metro y algo de ancho. Es una tela de lino, que se usaba para amortajar al muerto, y que cubría su cuerpo por delante y por detrás, por eso es tan larga, según el rito judío; más o menos se conoce gran parte del recorrido, de esta reliquia desde el siglo primero hasta nuestros días, no voy a explicarlo aquí porque me extendería mucho, pero os invito a informaros, pues es muy interesante.

¿Entonces qué hace tan especial a este sudario, que podría ser de cualquier muerto?, hasta el siglo diecinueve, se reconocía simplemente como la Sábana Santa por decreto de la iglesia, pero no se había estudiado nunca de una manera científica esta tela como tal, para poder corroborar su autenticidad. Fue en 1898 cuando Secondo Pia, un fotógrafo obtuvo el permiso para realizarle unas fotos, y cuál fue la sorpresa al revelarlas, que en los negativos la imagen del sudario, se veía mejor la figura humana, por lo que cayó en la cuenta que lo que estaba viendo era el positivo fotográfico, por tanto la sábana era de por si un negativo (ya sabéis, en los negativos, los claros-oscuros están invertidos), aquello no era normal.

Por tanto la tela empezó a despertar el interés y en 1988 se le práctico el método del carbono 14, y el resultado fue que databa en la edad media, eso fue un bombazo informativo, ¡la Sábana Santa es falsa!, incluso se le llegó a atribuir al genio Leonardo Da Vinci. Más adelante, se comprobó que hubo una serie de fallos, y que aparte una tela tan usada, tan tocada por tanta gente en miles de años, en lugares llenos de velas e inciensos, es imposible que se pudiera datar por este método, que realmente es efectivo en huesos, vasijas, etc. De hecho se comprobó con varias momias, que dieron como resultado que la tela que las envolvía era más viejas que la propia momia, algo absurdo; tanto es así, que el creador de este método, afirmó que se cometió un error en la datación del lino.

Esto abrió las puertas a una serie de científicos en su mayoría ateos, que aplicarían nuevas tecnologías para hundir a esta reliquia del todo, pero otra vez sorpresas por todos lados. Los estudios que se le hicieron autentificaban más la sábana, o arrojaban más misterio aun si cabe, a este lienzo.

Ya que la imagen que se ve, se observa mejor de lejos que de cerca, ¿cómo podría pintar alguien un lienzo desde varios metros de distancia con tanta exactitud?, a parte, en la edad media no se había inventado la fotografía, ¿cómo iba a pintar un lienzo en negativo, sin saber lo que era, para que siglos más tarde pudiera engañarnos a todos?. La imagen del hombre de la sábana, no está pintada, porque no tiene restos de ningún pigmento, ni trazabilidad alguna, el hombre no está formado de ninguna manera conocida, de hecho, no se ha podido reproducir en la actualidad el mismo dibujo en otro lienzo igual.

Mirándola al microscopio, solo algunas fibras de cada hilo están chamuscadas muy superficialmente, de manera que la única explicación para la formación de la imagen, sería una radiación muy potente y rapidísima, como si el cuerpo hubiera radiado desde el interior y hubiera desaparecido al instante.

Además el dibujo se formó en levitación del cuerpo, por la posición de los omóplatos, que están caídos hacía atrás, ¿a quién se le ocurriría en la edad media algo así?. Pero es que hay sangre en el lienzo y analizándola, se encontró que era del tipo AB, que es el más común entre los hebreos, y además se distinguen la sangre venosa y arterial, algo que no se descubrió hasta el siglo diecisiete.

Se encontraron granos de polen correspondientes a la época de la muerte de Jesús, la tela del lino estaba trenzada en espina de pez como lo hacían en aquella época, la imagen está llena de latigazos, el golpe en la cara, tiene la herida de la lanza, la corona de espinas y los clavos en las muñecas, la posición correcta, ya que para aguantar el peso del cuerpo el clavo debe estar en la muñeca y no en la mano, si se hubiera hecho en la edad media, las hubieran puesto en las manos, tal y como sale en las representaciones de la época. En la parte posterior se distingue en el cabello una cola, típica del enterramiento arameo de aquel tiempo, eso tampoco sale en las representaciones de los diversos siglos.

Hay muchísimas pruebas científicas, una impresionante es cuando la escanearon, y pudieron sacar una imagen en tres dimensiones del hombre de la sábana, pues las partes del cuerpo más pegadas a la tela, se quemaron más que las más alejadas, había diferencia entre la nariz y la cuenca de los ojos, algo inédito. Otra costumbre, es que con el tiempo se descubrió que a los difuntos se les colocaba unas monedas en los ojos, y mira por donde también aparecen en la sábana, y la acuñación está identificada con el emperador de la época del siglo primero.

Realmente es una tela fantástica, que ha sufrido incendios, que ha pasado de todo y que por más pruebas que se le hacen, solo reafirma lo que supuestamente es. Hoy en día con nuestra tecnología, es todavía imposible generar una imagen como la de la sábana, por tanto, eso dice mucho a su favor, quizás en un futuro sí, pero lo importante es la edad que tiene y la historia que cuenta sobre la muerte del hombre de la sábana, que coincide con los relatos evangélicos; pues solo se conoce por los textos y el derecho romano, una crucifixión como la de esta persona, pues fue muy inusual.

En resumen, es un tema que da para largo, podría escribir multitud de páginas sobre ello y aunque no se puede certificar al cien por cien que fue el sudario de Jesús (y lo que eso implica), si es verdad, que si habláramos de otro personaje histórico, como por ejemplo Cleopatra, hubiera sido suficiente la mitad de esos estudios, para decir que era el sudario de esta mujer, ¡PERO!, como reconocer que esta sábana es de Jesús de Nazaret, implica una resurrección por la formación de la imagen, vamos que resucitó (no que revivió), eso traería consecuencias demasiado fuertes a nivel mundial, por eso, nunca se le reconocerá como tal.

Para mí personalmente, es un tema fascinante, la única reliquia santa que considero digna de un estudio profundo. Yo estuve allí delante de ella, le hice muchas fotos, estaba muy oscuro, por eso la foto que acompaña a la publicación no tiene gran calidad, después de aclararla todo lo posible, y te puedo decir que comprobé al volver a casa, que era efectivamente un negativo fotográfico, por tanto, si esos estudios son verdaderos… quizás algún día se pueda confirmar lo que todos desearíamos; y lo digo yo, que estoy en contra de muchas de las cosas que hace la iglesia, sin creer en la existencia a día de hoy de dios.

Pero lo que importa es la búsqueda de la verdad, sea cual sea… y si este lienzo no es real, desde luego estamos ante la mejor falsificación montada en la historia del ser humano.

6 comentarios:

  1. me encanta como escribes y siempre es con el maximo respeto,segun tus conocimientos y tus reflexiones , siempre abra personas que no esten de acuerdo contigo , pues me parece bien, adelante sigue escribiendo.

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  2. Muy interesante el artículo, vi una vez el sudario que está en Oviedo, España (donde vivo) y es realmente impresionante

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    1. De hecho el sudario de Oviedo tiene interrelaciones con la Sábana santa, aunque no tiene ninguna figura formada, pues este sudario cubrió la cara se dice mientras se bajaba de la cruz, comparte la misma sangre, y encaja con las heridas de la Síndone. Algo muy interesante. Por eso pienso, que es digno de estudiarlo, porque hay una base importante como para someterla a análisis científicos.

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  3. Hace tiempo vi en National Geographic un programa al respecto donde reproducían la imagen en la tela por medio de varios experimento muy interesantes, me parece que al final se lo atribuyen en mayor medida a Leonardo.

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    1. Sí, también lo vi, pero respecto a los estudios hechos deja mucho que desear, me extrañó la falta de información de ese documental, distorsiona mucho todo el tema en general, pero bueno... tiene haber de todo.

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