Translates to your language

miércoles, 31 de mayo de 2017

Peligro camuflado

Podemos examinar a lo largo de la historia del hombre, la cantidad de gobiernos que han mandado sobre los países contenidos en este nuestro planeta tierra, algunos elegidos y otros impuestos, unos lo han hecho mejor, otros peor y otros tantos han provocado un sufrimiento atroz a sus propios ciudadanos y vecinos.

La tiranía, las invasiones, los golpes de estado, los sistemas comunistas, la derecha más extrema, son unos ejemplos, de los que siempre el hombre ha tenido que sufrir, en diversos sitios del mundo, dependiendo de la época, aquí o allá. Hay continentes como en África, en donde los países cambian a placer, de golpe en golpe de estado, con un resultado casi siempre de miles de muertos; en Sudamérica hay patrias donde los tiranos siguen aferrados al poder como garrapatas, exprimiendo a su pueblo, dejándolo al borde de la hambruna. También en Asía, donde el comunismo sigue haciendo un daño enorme, lugares como la India con ese pensamiento cultural retrógrado respecto a los parias, sin dejar de hablar de la vieja Europa, anciana e hipócrita.

Abandonando el pasado y observando el presente que tenemos en este año 2017, con la nueva forma de terrorismo que sufrimos y el miedo que genera, el falso neoliberalismo, también la prepotencia de creerse los mejores, querer ante todo ser superiores y sacar la tajada más grande del pastel, estamos asistiendo a una serie de cambios, que llevan camuflados un peligro mucho mayor. La población así en general, está votando cada vez más a partidos políticos extremistas, por el hecho de que les prometen un aislamiento de los demás países del mundo, para elevar el suyo y discriminar a todo el que viene de fuera, porque según ellos, de ahí viene el problema… y eso… no me gusta.

Si hacemos una radiografía rápida del mapamundi empezando por el oeste, nos encontramos a la superpotencia de Estados Unidos, en donde gobierna el magnate Donald Trump, un hombre maleducado, egoísta, machista, retrogrado y con una mentalidad muy dañina, este personaje prometió lo que ya he comentado antes, porque todos tienen un discurso muy parecido; un mensaje envenenado, pues a este hombre no le temblará el pulso a la hora de apretar el botón de la guerra si le interesa. Entre su lucha contra los inmigrantes, sean sudamericanos o de origen árabe, las pequeñas incursiones en oriente próximo, la lucha contra ISIS, su relación extravagante con el presidente de Rusia, Putin, la idea de ver absurda la OTAN, o la tensión que se está generando con Corea del Norte… está formando un cocktail imprevisible, que no nos llevará a nada bueno.

Si nos vamos más abajo en el mapa, en países sudamericanos como Bolivia, Ecuador, Cuba, Honduras, Nicaragua considerados como regímenes híbridos, donde las libertades y la democracia dejan mucho que desear, y por supuesto Venezuela, un país reventado por el régimen de Hugo Chávez y ahora por Maduro, que grita por salir de la pesadilla en la que se encuentra… provocando muchas tensiones, encarcelaciones y derramamientos de sangre que no sabemos cómo acabarán.

Desplacémonos entonces hasta Europa, en donde los ingleses que siempre han querido ir por un camino distinto, porque se consideran mejor que los demás europeos, quieren salirse de la Unión Europea con el Brexit, un aislamiento total, para no contaminarse de estos extranjeros , para mantener un mayor control en su país, una seguridad no tan segura como piensan. O la cantidad de votos que ha conseguido la extrema derecha de Jean-Marie Le Pen, superando las primarias en Francia, es realmente preocupante. Portugal, Irlanda y Grecia, países intervenidos por la todopoderosa Merkel, una Alemania dueña de Europa con sus potentes bancos, reventando la vieja Europa y entre otros, dándoles la espalda a los refugiados de Siria. España, mi país y su maldita corrupción a todos los niveles, está que da asco, un nido de malditos chorizos y mangantes por parte de los políticos. Los países del este, también corruptos y reventados por las mafias de todo tipo; Suiza que vive de maravilla a costa de ser un paraíso fiscal, le va genial como parásito de todos los países asaltados por tantos ladrones en el mundo… 

Encontramos a Turquía con un presidente que quiere quedarse en el poder por la cara, para siempre. Israel y Palestina, Palestina e Israel, El Líbano, Siria, la maldita Isis y Bashar al-Ásad, Afganistán, Irak… muertes y guerras, sangre y más sangre, todo un horror. 


Seguimos con Asía, el gigante rojo, China un país sumido en un comunismo en donde las personas no valen nada, ocultando todo lo que hace, censurando la libertad de expresión, un país totalmente contaminado en todos los sentidos. La India armada hasta los dientes con armas nucleares, mientras su pueblo se muere de hambre, enfermedades y con enfrentamientos con Pakistán. 

Las dos Coreas, una olla a presión siempre a punto de estallar, Japón en alianza con los EEUU contra Kim Young Un, ¿quién sabe cómo acabará esto?…

Rusia, con ese presidente Putin que es un tirano, que revienta las libertades de su pueblo, que lo tiene muerto de hambre, robando tierras a sus países vecinos que se apartaron de la antigua Unión Soviética, ese hombre lleva muchos asesinatos a sus espaldas, siempre apoyando el bando contrario, postergando los conflictos con sus vetos y guerras junto a China, por repugnante dinero y poder. 

El continente africano, aparte de ser explotado, cantidad de guerras entre etnias, intereses políticos, enfermedades horribles, muertes y más muertes, reventado por el islamismo más radical… que decir que no se sepa de este maravilloso continente, literalmente aplastado por el primer mundo y por ellos mismos… una pesadilla interminable.

Hay otros muchos conflictos y países, pero este rapidísimo resumen, nos hace ver la fragilidad de la “paz”, en la que el primer mundo vive y que por supuesto, tiene la culpa de todo lo que pasa, vendiendo armas, negociando el petróleo, metales, piedras preciosas, apoyando guerras, mientras la población civil muere derramando su sangre maravillosa en nuestro mundo.

Y ante esto, la gente de los países desarrollados, se encierran cada vez más en sí mismos y eligen mandatarios, locos y corruptos, que al final, nos llevarán a una tercera guerra mundial, pues hemos perdido todos los valores, si es que alguna vez los tuvimos. El pueblo que olvida su historia, está condenado a repetirla, eso es una realidad, y vamos por ese camino, un peligro camuflado, de falsas promesas por parte de los políticos; parece que eso de Hitler ya pasó, que es imposible caer otra vez en lo mismo… pues créeme cuando te digo que volverá a pasar, porque tú y yo, la sociedad en general no se conciencia de este gran peligro, de lo que puede llegar a desatar un solo hombre o mujer elegida en el poder.

Miremos la historia, ya ha pasado muchas veces, y el peligro está cada vez más cerca, bien camuflado, no seas tont@, despierta y date cuenta de la necesidad de políticas constructivas, que unan a los pueblos, no que los divida, para eso somos adultos se supone. Deja ya de defender a un partido de cierto color a toda costa, y piensa en el bien de la humanidad, en la paz y el progreso.

No todos tienen la suerte de vivir como lo haces tú, sin miedo a que le vuelen la cabeza de un tiro, o tener que refugiarse cada día de las bombas que llueven sobre sus cabezas.

No podemos permitir que nuestros mandatarios sigan negociando con las vidas de millones de personas, ¿eres una persona del siglo veintiuno, o sigues siendo un ignorante que pasa de todo?.

Recapacita, no sea que cuando menos te lo esperes, esté lloviendo fuego sobre tu cabeza y la de tus hijos… entonces solo quedará el lamento y la muerte.

domingo, 28 de mayo de 2017

La paz perfecta

“Había una vez un Rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.

Muchos artistas lo intentaron, el rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre una de ellas.

La primera era un lago muy tranquilo, este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban, sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas; todos los que miraron esta pintura pensaron que reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas, pero eran escabrosas y descubiertas, sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua, y es que todo esto no se revelaba para nada pacífico.

Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, él miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca.

En este arbusto se encontraba un nido, allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido...

Paz perfecta… ¿cuál crees que fue la pintura ganadora?.

El Rey escogió la segunda.”


¿Qué te ha parecido?, ¿estás de acuerdo con la decisión del rey?...

El verdadero significado de la paz es algo muy distinto de lo que a veces pensamos, paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor, la paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas, permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón.

Por eso aun inmersos en esta sociedad enferma y frenética, con tantos problemas y preocupaciones podemos llegar a encontrar el equilibrio, pues el verdadero daño no viene de afuera, sino de cómo te tomas los acontecimientos que pasan en tu vida. Hay una cosa que es clara, todos los malos pensamientos, iras, envidias, cabreos que uno tiene para con los demás, de forma justa e injusta, tengas o no razón, tienen un efecto rebote, y al final sin tú quererlo, te afectan a ti, tanto al cuerpo, como a la mente.

Es por ello, por lo que la reflexión es algo tan importante, debemos tener nuestros momentos, frenar nuestra actividad alocada, y dejar un instante reposar cuerpo y mente, y así poder desechar todo aquello que nos ha robado la paz. Esto que te digo es tan importante, como el comer, el dormir o el ir a trabajar, pues los agobios del día se acumulan en nuestro ser, y se forma una pelota que llega a explotar en forma de enfermedades, síndromes y depresiones, alterando nuestro equilibrio y afectando a nuestra vida y la de los demás de forma general.

La paz perfecta, no es como algunos creen, ir en una nube, como si estuvieras hasta arriba de drogas o alcanzar un nirvana a golpe de meditación, en la cual escapas de la realidad, donde ya nada te puede perturbar. No, no, te equivocas si piensas así, somos seres terrenales, con los pies anclados en el suelo por la gravedad y como tal, debemos enfrentarnos a los problemas, a las vicisitudes que nos pone la vida, pero nada de esto se opone a que entiendas este significado de la vida y seas capaz de integrar dentro de ti, lo que te gusta y lo que no te parece.

Rechazar fuera de tu ser toda violencia externa, toda maldad proveniente del exterior, sabiendo esquivar los dardos envenenados que muchas personas lanzan contra ti, pues estar en paz, tampoco significa ser tonto o estúpido y dejar que te pisoteen sin compasión.

Yo lo definiría como el talento de entender lo que realmente es importante, como en un arte marcial, una combinación de ataque y defensa perfecta, que no busca el enfrentamiento o el beneficio propio, sino solo la contemplación de la vida y el impulso hacia una existencia plena y justa con todos. No hay nada más valioso que la paz, ella es el punto de partida más básico para el progreso de la humanidad.

Por tanto, la paz en el mundo debe desarrollarse a partir de la paz interior de cada uno, pues no es solo la mera ausencia de violencia, la paz es, la manifestación de la compasión humana y la apreciación de la vida. 

Ojalá que tu vida llegue a ser como la del pájaro del cuadro, que refleja la paz perfecta en la tormenta, la seguridad dentro de la incertidumbre y puedas al fin cambiar tu forma de actuar en la vida, haciéndola más sencilla, en definitiva, aprender a amar…

miércoles, 24 de mayo de 2017

Matrix

Cuando en una conversación de las mías, me sale comentar por alusiones la temática de la trilogía de las películas de Matrix, de las hermanas Wachowski, muchos me dicen, - ¡uy!, quita, yo no entiendo esas películas, con tantos tiros y saltos raros -, y me da pena, porque los disparos y efectos especiales aunque son espectaculares, no son el corazón de estas películas.

La filosofía que encierran es impresionante y describen en un futuro apocalíptico, que le ha ocurrido al ser humano y cómo se comportan. No voy a destripar la película entera porque ya tiene unos cuantos años y la mayoría la habrán visto, pero no tantos parecen llegar a comprender su significado y similitud con nuestra sociedad.

Dentro del gran programa Matrix, que está controlado por otros programas informáticos, el ser humano vive una realidad como la que tú y yo experimentamos cada día, las mismas sensaciones, sin saber que están engañados, pues en verdad viven en una realidad virtual, que les oculta la evidencia de sus vidas, y es que son esclavos de las máquinas para producir energía.

Matrix fue diseñada en nuestra época, simulando los mismos patrones de conductas y las mismas situaciones que vivimos hoy en día. También, hay una serie de personas que no están dentro de este programa y que intentan liberar a los demás (¿os suena del mito de la caverna de Platón?).

El problema es que estos rebeldes deben luchar contra estos programas informáticos que protegen Matrix y además cualquier persona que esté dentro de este mundo virtual, se convierte también en su enemigo. Luego, ya viene la historia de Neo que es el elegido para salvarlos a todos, etc.

Si os fijáis bien y trasladamos el guion a nuestra vida, pasa exactamente lo mismo, este planeta está controlado por una serie de personas, de familias ricas, gente poderosa que manda y ordena cada día, que es lo que se tiene que hacer, distribuyéndose el territorio, como si estuvieran jugando al famoso juego de estrategia Risk. Para ello cuentan con un montón de organizaciones, corporaciones, empresas, bancos, políticos, etc., que ejecutarán todas sus órdenes para asegurarse que el sistema sigue funcionando según sus deseos.

Luego encontramos a la mayoría de las personas (la población en general), que aceptan sin problemas todo lo que se les ha inculcado, mentiras y mentiras, en todos los ámbitos de la vida para poder ser controlados; para ellos, las cosas son como son, y siempre seguirán así. Exactamente igual que en la película, lucharán y matarán por defender, lo que les han dicho que tienen que hacer. Estas personas totalmente ciegas, como norma habitual, no se cuestionan la veracidad de las cosas, bien por el lavado de cerebro que tienen y otros, por miedo a la represión del sistema.

Por último, se encuentra la gente que se pregunta, que se revela ante el procedimiento montado, y que intentan ver la verdad y mostrársela a los demás; enseñarles que somos unos esclavos, viviendo una vida de servidumbre, para esta pirámide de gente que devora todo lo que se produce y no tiene ni la más mínima compasión por la vida. Rebeldes, que son vigilados por las instituciones y gobiernos, atacados por la propia población, que sienten que estas personas, no vienen a liberar sus mentes, sino a hacerles daño y destruir su sociedad de “confort”, por poco que tengan. 

Así, en esta situación, nos encontramos en el mundo; desgraciadamente no existe un Neo que nos salve a todos y sea capaz de liberarnos de esta trampa mortal. En la vida real, este personaje deberán ser muchas personas que vayan cambiando de mentalidad, que sean capaz de abrir su intelecto, más allá de los límites que nos imponen y las creencias que ya no tienen sentido.

Entonces, dejarán atrás la creencia de que tiene que existir un dios, para aceptar que somos seres finitos y que la muerte está a la puerta de la esquina, sin más divagaciones. 

Entenderán que el dinero no es más que un control que no está regulado y no es obligatorio para nadie, y dejarán de pedir a los bancos un dinero prestado, que ni siquiera ellos tienen, con el que nos esclavizan toda la vida.

Intuirán que en el comercio no todo es válido, y la sobreexplotación de recursos es crimen que tendrán que pagar más temprano que tarde.

Comprenderán que la pirámide alimenticia, está obsoleta y que matar millones de animales, solo tiene consecuencias negativas para la salud, el medio ambiente y el hambre en el mundo. 

Con tantos compuestos químicos con los que nos están matando, la alimentación será más sana y ecológica.

Sabrán que la educación estaba envenenada para hacer obedientes ciudadanos y ser manipulados fácilmente.

Que muchas de las tradiciones dañinas, juegos, hábitos y deportes no son más que distracciones, mientras ellos consumen el mundo con sus habitantes dentro.

Que la guerra nunca puede ser la solución y la competitividad, dará paso a la cooperación, para llegar a ser más libres…

Mientras tanto, si eres un liberado, un rebelde, no te desanimes, vas a encontrarte a la masa de la ciudadanía en contra tuya, analfabetos y estudiosos te odiarán por tener gustos diferentes, por no ver dioses entre las estrellas del universo, por cambiar los hábitos que tanto daño hacen a todos… irán por ti, te insultarán, te dirán que eres un ignorante o un prepotente por cambiar tu vida según el sentido común y el respeto a la vida… pero no te cabrees (porque dan ganas y a veces a mí me ha ocurrido), pasa de todos ellos, sigue ahí, mostrándoles a los demás cuantas cosas hacen mal.

Porque llegará el día, que nuestros jóvenes odien a sus padres por estar sumergidos en un sistema que lo está reventando todo, cada vez serán más numerosos, entonces la estructura de los ricos caerá y al fin se producirá el ansiado cambio… y la humanidad será libre de si misma.

La elección es solo tuya... abre tu mente.

domingo, 21 de mayo de 2017

Conducta humana

Hay una afirmación que es cierta, cuando las personas se juntan, siempre pasa algo. No sé si conocéis el trabajo de la artista, Marina Abramovic, famosa por ser importante dentro del arte performance, con un material muy controvertido, como Ritmo 0 que se celebró en 1974 en el pequeño Studio Mora, en Nápoles.

Para aquel que no sepa de que hablo, una performance o acción artística es una muestra escénica, muchas veces con un importante factor de improvisación, en la que la provocación o el asombro, así como el sentido de la estética, juegan un papel principal. El término performance se ha difundido en las artes plásticas a partir de la expresión inglesa performance art, con el significado de arte en vivo, por eso no es el objeto, sino el sujeto el elemento constitutivo de la obra artística.

Es un arte no bien entendido por todos, con muchos adeptos, pero que a mucha gente le es desagradable, a mí personalmente, su parte más radical, no me gusta nada.

Esta mujer muy reconocida, ha usado esto para realizar estudios y uno de los más impresionantes es el citado antes, os cuento como fue.

Su premisa era muy sencilla, Abramovic quedaría inmóvil, cual objeto inanimado, durante un lapso de seis horas, durante ese tiempo, los asistentes y visitantes podrían interactuar con ella y usar ciertos objetos que había en una mesa cercana. En la mesa, la artista situó el siguiente mensaje.

Instrucciones:

- Hay 72 objetos en la mesa y pueden usarlos en mí según deseen.
- Premisa: Yo soy el objeto, durante este periodo asumo toda la responsabilidad. 
- Duración: 6 horas, de 20:00 a 02:00 horas.

Había elementos de placer como plumas, paules de seda, flores, agua, etc. y otros de destrucción como cuchillas, cadenas o una pistola cargada.

Todo empezó de forma tímida, alguien se acercó a decorarla con flores, unirla con una cuerda a otro objeto, hacerle cosquillas… luego la cambiaron de posición… usaron cadenas, la rociaron con agua, y al ver que ella contenía las reacciones, la gente aumentó la intensidad.

El crítico de arte Thomas McEvilley que asistió al evento, recuerda la escalada de violencia que se produjo, dijo, - comenzó mansamente, alguien le dio la vuelta, alguien alzó sus brazos en el aire… otra le tocó íntimamente… -.

Pero luego un hombre usó una navaja de afeitar para realizar un corte en su cuello y otro eligió utilizar las espinas de una rosa para arañar su vientre, - a las tres horas cortaron sus ropas con una cuchilla de afeitar, a las cuatro, las mismas cuchillas comenzaron a herir su piel. Varios asaltos sexuales menores se llevaron a cabo, pero ella estaba tan comprometida con la obra que hubiera resistido hasta una violación o su propio asesinato -, explica McEvilley.

De hecho, alguien le colocó el arma cargada apuntando  contra su cuello, pero alguien la retiró… en las últimas horas, la performance se volvió todavía más espeluznante.

- Me sentí violada -, recuerda Abramovic, - me cortaron la ropa y desnudaron en parte, me pegaron con la rosa de espinas en el estómago y lo de la pistola fue punto y aparte… -.

¿La conclusión que sacó?

Con esta performance, Abramovic comprobó cómo de rápido se intensifica la violencia hacia otras personas cuando las circunstancias son favorables para quienes la ejercen. Tras las seis horas y una vez concluido el experimento, Abramovic se paseó por la sala, pero los asistentes evitaban mirarle a la cara, la gente se comportaba con cierta normalidad, como si quisieran olvidar su agresión y cómo disfrutaron haciéndole daño, otros salieron corriendo.

En sus palabras, - esta obra revela algo terrible sobre la humanidad, muestra qué tan rápido un individuo puede hacer daño en circunstancias favorables. Enseña lo fácil que es deshumanizar a una persona que no lucha, que no se defiende. Muestra que si se proporciona el escenario, la mayoría de las personas “normales”, al parecer, pueden llegar a ser verdaderamente violentas -.

Sin duda un experimento estremecedor, como otros muchos, el efecto Pigmalión o el que se realizó, creando la simulación de una prisión ficticia, en donde unos estudiantes representaban policías y otros a los prisioneros, fue tal el abuso, y la aceptación de los roles de cada uno, que se tuvo que clausurar antes de acabar el estudio.

Esto nos hace ver, que la realidad que vivimos es un delirio colectivo, nosotros modificamos la conducta según van ocurriendo los acontecimientos, de manera, que la realidad se construye en base a lo que se le permita a la mente dejar hacer, hasta poder llegar a los rincones más oscuros que habitan dentro de nosotros.

No cometas el error de creer, que en estos experimentos, tú no te habrías comportado igual, porque realmente da miedo pensar lo que el ser humano es capaz de hacer incluso de una manera colectiva, cambiando o violando todas las normas más básicas establecidas, hasta poder llegar a perder nuestra propia humanidad, con tal de conseguir un beneficio o el placer de ver sufrir a una persona… algo que me hiela los huesos.

Esto mismo ocurre todos los días en nuestro mundo, en nuestra sociedad, aceptamos roles impuestos que nos degradan, nosotros mismos los imponemos a otros más débiles, a los que hacemos mucho daño, así un pobre, un inmigrante es como menos persona que tú, ¿verdad?. Machacamos el planeta, reventamos los ecosistemas, cometemos genocidios contra nuestra especie y hacia los animales, matamos por placer, pasamos egoístamente ante tanto sufrimiento… y eso lo consideramos normal…

Estamos realmente enfermos, y cuando alguien de nuestro alrededor muestra algo de cordura, lo aniquilamos de forma instantánea; escucha, repasa la historia, mira la tuya y reconoce que estás infectado de este delirio de una manera crónica… es horrible, así no iremos a ningún lado…

Por eso yo te invito a no ser partícipe de esta sociedad, es verdad que llevamos estas neurosis siempre con nosotros, pero si eres consciente podemos controlarlas, revertir el proceso, educar a los jóvenes con una mente más sana, para que algún día, todo sea diferente y no lleguemos a conocer las aberraciones más grandes, que puedan hacerse realidad en este mundo y la pesadilla en donde vivimos se convierta en delirios llenos de terror y espanto, donde hubiera sido mejor no haber nacido… esto es muy triste.

En ti está el mal… también el remedio… tú eliges, aún es posible.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Matando el tiempo

El tiempo es lo más preciado que tenemos en esta vida. Saber administrar el tiempo que tendremos, sin conocer cuánto será, es muy complicado y muchísimas veces nos descoloca, pues la sensación que sentimos, es que nos queda todavía mucho por vivir.

Esto hace que no seamos puramente conscientes de nuestra realidad y del crimen que cometemos diariamente en nuestra existencia, porque esa falsa sensación de seguridad, respecto a los largos años que nos quedan por disfrutar, hace que dejemos a un lado las cosas importantes, que nos entreguemos al trabajo y a "disfrutar" todo lo posible; retrasando indefinidamente tantas responsabilidades y obligaciones que tenemos con la vida y con nosotros mismos.

Somos especialistas en matar el tiempo, en desaprovecharlo y malgastarlo en lo que no se merece…

Cada cual sabrá lo que hace con los años que estará por aquí, ¿quién soy yo para decirte lo que debes hacer?, ¿alguien puede obligar a alguien a hacer con su vida lo que no quiere?. He ahí la libertad del hombre, puede estar sentado toda su existencia delante de un televisor o viajar por el mundo continuamente hasta el día de su muerte y… ¿podemos decir que alguno de estos hace mal?, ¿es más correcto o más justo obrar de una manera u otra?... en principio, no se le puede reprochar a nadie, el que gaste su vida en esto o en aquello.

Si una persona vive siempre pensando solo en él, ¿es egoísta o no?, es libre, como si quiere incluso llegar a suicidarse, groso modo nadie puede prohibirle nada… hasta ese extremo, llega este preciado regalo que el universo nos regala con el tiempo.

En esta vida, solo sabemos una cosa de manera indudable, que cierto día atrás nacimos, que viviremos un indeterminado tiempo y el día menos pensado moriremos, esto es una ley universal para todos nosotros. Por tanto, desde este punto de vista, entre el nacimiento y la muerte, pasamos por varias etapas, algunos solo llegan a ser niños, otros superan la adolescencia hasta la edad adulta y ciertos llegan a la última etapa de la ancianidad; cada periodo con unas características comunes impuestas por la biología, otras por la sociedad donde vivimos y unas terceras que dependen de las características personales de cada individuo.

Entonces, en este intervalo, como sociedad hemos dispuesto para cada época de la vida unos quehaceres u obligaciones; así en general, el niño y el adolescente estudia, el adulto trabaja y el viejo reposa sus últimos años, quizás la mejor manera que tenemos de organizarnos, no digo que no… pero el problema viene cuando estas “normas” te roban la vida, ¿por qué?, pues porque la vida es tiempo, y con el trabajo, el afán muchas veces por ganar dinero y la prisa por querer disfrutar a tope de los pocos momentos que tienes, hacen de ti un infeliz, que siempre vas por la vida atragantado, una sociedad estresada, con cada vez más y más casos de ansiedad.

Por supuesto, toda esta vorágine nos hace olvidarnos de los problemas de los demás, las guerras, los conflictos, de nuestra ética, de nuestra conciencia, de la justicia, del medio ambiente, los animales y todo lo que acontece en el mundo, que es nuestro maravilloso hogar.

Dime, ¿crees que eso es vida?, la mayoría de la gente se resigna, y se acostumbra a matar el tiempo de esta manera, echándole las culpas a los gobiernos… no, no, no te equivoques, no señales para el lado contrario… la culpa es tuya… sí, sí, tuya, que has desistido de cualquier cambio, que te has sentado en el camino de tu vida, mientras otros te roban tu tiempo. - ¿Y qué puedo hacer yo? -, pensarás, pues muchas cosas, desde luego quedarte parado no ayuda mucho y ese pensamiento derrotista tampoco, ni por supuesto el no querer cambiar los hábitos de tu vida… Tú quieres, como les gusta a tantos españoles, hacer lo menos posible, no cambiar nada, quejarse mucho y que te lo den todo gratis… ese es el puñetero espíritu de este país… por eso, nos va como nos va.

Pero no me quiero desviar del tema, si piensas que la forma de vivir tu tiempo tal como he mencionado antes es genial, lo siento por ti, eres un esclavo y morirás siendo un dominado, mal aprovechando tu vida y derramando tu tiempo en las mismas estupideces de las que luego te quejas.

Nuestra sociedad podría ser totalmente distinta, y no es una utopía, pero para llevarlo a cabo tienes que estar dispuesto a renunciar a tu vida anterior y a tus antojos… ¡aah, qué no quieres!, entonces es que además de tont@, eres un/@ ignorante, que no entiende que es la vida, y eres tan cobarde, que le dejarás a tus hijos un mundo aun peor del actual, mírate, eres decepcionante para la raza humana.

Escúchame, tú no estás hecho para eso, ¿quieres cambiar?, ¿quieres realmente que todo sea diferente?... pues ¡REVÉLATE!, primero contra ti mismo, rechaza todo lo que te han metido en la cabeza, odia ese ser tan despreciable en el que te estás convirtiendo, odia todo los malos hábitos de esta sociedad y empieza a cambiar; mira la vida con otra perspectiva, comienza por ti, pues ya he dicho muchas veces que la transformación mundial, se inicia en ti, que es lo contrario a lo que siempre pensamos.

La recompensa es enorme a todos los niveles, mejorarás en todos los sentidos y te aseguro que verás cosas que jamás pudiste ver, aprenderás grandes lecciones, reirás más, evitarás mucho sufrimiento y comenzarás a cambiar tu mundo más cercano.

La cuestión es… ¿estás dispuesto a revelarte, a quejarte de verdad?, ¿a dejar de votar a los mismos políticos corruptos?, ¿a abandonar todas las tradiciones dañinas?, ¿a ayudar al pobre de tu esquina?, ¿a acoger a un animal callejero?, ¿a colaborar con asociaciones?, ¿a cambiar tus hábitos alimenticios, no comer carne y derivados?, ¿a no ver telebasura?, ¿a denunciar las cosas?, ¿a gastar menos para donarlo?, ¿a privarte de ciertos lujos, para que otros tengan “algo”?, ¿a no contaminar?, ¿a no comprar productos de empresas que sabes que explotan a las personas y maltratan animales?, ¿a educar a tus hijos de otra manera?... ¿sigo?... ¿qué no quieres definitivamente?... no me sorprende, entonces cállate, vive tu absurda vida, sentencia la de los jóvenes y cuando hayas matado todo tu tiempo, aunque suene fuerte, hazle un favor a la humanidad y muérete.

domingo, 14 de mayo de 2017

Momentos

Aquí en el sur, ya empiezan a subir las temperaturas poco a poco, aunque todavía por la noche sigue haciendo algo de frío y humedad, pero eso no me impide cada vez que puedo, subir a la terraza que hay arriba en mi casa, cuando ya es de noche y todo está en calma, respirar profundo, apreciar lo que hay a mi alrededor y sentirme vivo… aunque sea solo por unos minutos.

Me encanta estar en ese patio, con la luz apagada, a oscuras y mirar hacia arriba, mientras mis ojos se acostumbran al negro manto nocturno, y van apareciendo pequeñas estrellas, que luchan por brillar por encima de la contaminación lumínica de la ciudad que tengo enfrente. Un inmenso vacío en el que me pierdo y que si me fijo bien, siguen naciendo estrellas cada vez más numerosas, que me dejan pensando, sobre donde me encuentro realmente. Luego, apoyo mis brazos en la baranda de la terraza, la brisa roza mi cara, respiro fuerte y distingo los olores que trae consigo la tranquilidad de las noches de primavera, primero un fuerte olor a azahar, pues mi casa está rodeada de naranjos, que impregnan toda la atmósfera de una fragancia muy andaluza, y después sobreviene una frescura con tonos de mar, pues vivo enfrente de una marisma salobre y un río dulce, que producen una mezcla indescriptible para los sentidos.

Todo está en calma, el hombre no molesta y a lo lejos se pueden escuchar a las gaviotas y otras aves, que disfrutan del paraje natural en el que vivo… y con esto, tan solo con eso, me siento muy feliz… una gran paz me inunda, recorre todo mi cuerpo hasta llegar a mi cabeza y me siento parte íntegra de la naturaleza, ese… es mi momento… en el cual nada es importante y todo es maravilloso. Toda preocupación se deshace, aparecen nuevos pensamientos y me pregunto, ¿por qué no puede ser siempre así, si esto está aquí siempre?...

Pero no puedo estar mucho más tiempo, cierro la cancela, el ventanal y echo la persiana, dejando atrás un día más sueños e ilusiones, de cómo debería ser todo en este mundo, pues he de acostarme, para volver por la mañana a la rutina diaria, para volver a ser un número en la empresa donde trabajo, un número para la administración a la hora de pagar los impuestos, un número en el banco, la seguridad social y un número más a la hora de ser engañado y esclavizado en esta sociedad.

Una vida en la que a partir de las doce de la noche, mi cuerpo empieza a convertirse en metal, y en la mañana se ha vuelto una máquina de trabajar, de hacer recados, evitar y solucionar problemas, en donde mi cerebro deja de sentir y mi corazón no hace más que resignarse a lo que hay. Perdiendo la noción del tiempo, olvidar lo que es la vida y entrar en el mismo egoísmo de siempre, que acaba con todo lo humano que hay en mí.

Planificándolo todo, como si me quedaran muchos años por vivir, como si la muerte no fuera conmigo y ya más adelante, cuando tenga la casa llena de tonterías y la hipoteca pagada, mucho más viejo, entonces, solo entonces, si estoy vivo… podré darme quizás ese capricho de tener estos momentos de forma más habitual.

¡Qué mentira más grande vivimos!, ¡qué especie más tonta!, vendiendo nuestra vida porque un puñado de gente con dinero, ha decidido mandar sobre tu vida y robarte los momentos más importantes, arrancándote del universo, para plantarte en un asiento, mientras te engaña con programas de televisión, consumiendo de forma alocada y trabajando casi todo el día, devorando tu tiempo, malgastando la vida.

Por eso ya es hora, de que empieces a recuperar lo perdido, es la ocasión de ganar terreno a tu existencia y empezar a saborear lo que es la vida; busca entonces a lo largo de la jornada, pequeños momentos que te devuelvan a tu verdadera naturaleza, para dejar de ser una máquina de producción siempre preocupad@ por todo y entiendas el valor de lo que te rodea, no te pierdas este espectáculo, acércate a la tierra, mira hacia el cosmos, siente el viento e interioriza tu vida, para hacer tus sueños realidad. No esos de hacer mucho dinero, sino esos de cuando eras pequeñ@, esos que llenan el corazón, que son sinceros, sin maldad y te pueden conducir hacia lo más deseado, ¿te acuerdas?... la felicidad… en todas las cosas, en cada situación, para volver a ser humano, antes de que sea demasiado tarde.

Así, cuando me toca trabajar de noche, y llego a casa por la mañana temprano, antes de acostarme, al alba salgo al patio, miro hacia arriba y veo las constelaciones, levanto la vista al frente y contemplo la llegada del sol, que sale por encima de la ciudad y torna de reflejos de color rojizos las salinas que tengo justo enfrente, un manto negro en el cielo que pronto se transforma en colores rojos, amarillos, violetas y azules… ese silencio, pues el hombre aún está dormido, que es acompañado de la primera brisa de la mañana, que huele a mar y a vida, las aves emprenden sobre mi cabeza el vuelo y entonces respiro profundo varias veces… en ese momento, ocurre que la piel de metal se me cae a trozos, dejando respirar a mi cuerpo, volviendo a descubrir mi biología, mi humanidad... me quedo unos minutos contemplando la maravilla donde vivo, todo es paz y tranquilidad… antes irme a la cama a descansar… estoy aquí, absorbiendo la verdadera vida, la única realidad que es importante… esto es lo que quiero… este es mi momento….

miércoles, 10 de mayo de 2017

Un concepto diferente

Cuando charlo en una reunión de amigos, o de familiares e incluso con gente desconocida, a veces salen temas de los que yo comento en mi blog, y en muchas ocasiones me encuentro con personas que tienen más edad, de cuarenta, cincuenta o sesenta, que al escucharme saltan siempre con la misma frase.

- Tú es que estás en la época de querer salvar el mundo, y yo ya ese tiempo lo pasé, porque no se puede, ahora lo que hago es adaptarme y que nadie me moleste -, me dicen. Es verdad que todos en la vida vamos pasando por una serie de etapas, y dependiendo de nuestra educación, nuestra moral y las vivencias experimentadas, la personalidad va cambiando y como es normal nos acoplamos andando por el camino, en el hueco donde mejor estemos y menos nos molesten.

La edad es un testigo imprescindible para ello, las historias de las personas cuentan mucho de su situaciones actuales; como también es cierto que un joven en la mayoría de la ocasiones, siempre será más rebelde ante los males del mundo, que un mayor, pues tiene mucha más energía y menos experiencias de los palos que le quedan por sufrir, cuando intente poner un pie fuera del camino establecido.

Vale, yo todo esto lo veo “lógico” en esta sociedad, pero no deja de ser un error garrafal, pues sigo pensando, que son los jóvenes los que deberían llevar el peso del mundo y los mayores guiarlos solamente y por supuesto no desalentarlos, con las palabras que tantas veces he escuchado con mis orejitas.

Yo tengo treinta y ocho años, unos dicen que no los aparento, otros sí, eso me da igual, estoy en una edad en la que ya he tenido tiempo de descubrir la gran cantidad de mentiras de la sociedad, he pasado la crisis de no comprender, que lo que te enseñaban tus padres, no se correspondía con la realidad y tener que asistir a la gran crueldad que el ser humano somete a todo en general, entre ellos mismos, a los todos seres vivos y al planeta de forma global. He observado desde hace ya bastante tiempo, el pasotismo y egoísmo en el que viven las personas, el no querer cambiar, que es tan malo, como el que infringe un mal directo hacia todo lo demás.

Por supuesto, ante todo esto, yo me he revelado, pues no me gusta en la colectividad que vivo y que es así, desde que el hombre es hombre, pero os aseguro, como le digo a los que me hablan con esta prepotencia desilusionadora, que yo no me creo el salvador del mundo, tampoco creo que vaya a cambiarlo, porque no puedo y no soy nadie. ¡Pero!, sí puedo cambiar individualmente; y no me refiero a ser simplemente un buen ciudadano, pagar los impuestos que se me exigen o cumplir con las normas básicas de convivencia, yo voy más allá, porque sabiendo cómo está el mundo, precisamente por eso, teniendo en cuenta que quiero ser un adulto consecuente y responsable, sé que tengo la obligación de ponerme manos a la obra para cambiar los hábitos de mi vida, que no son coherentes, con nuestra especie, “supuestamente superior”.

Nadie puede detenerme a la hora de modificar mi vida, por ejemplo, respecto a la alimentación, para que sea más saludable, para que no sufran más animales a causa de nuestro desorden alimenticio, por culpa a fin de cuentas del maldito dinero. Puedo ser más consecuente con los políticos a los que doy mi voto o no, puedo informarme y difundir tantas y tantas mentiras que nos tragamos cada día, puedo también seguir con este blog tan particular, donde muchas personas han descubierto cosas nuevas para mejorar, e incluso escribir un libro como el que edité, para ayudar a los demás a realizar su cambio personal, comprarme un coche híbrido para reducir la contaminación o usar más la bici. La cosa no queda aquí, también colaborar con asociaciones y organizaciones, e incluso si lo veo necesario, crear una asociación para luchar sobre un tema en concreto, como también hice, y así muchas, muchas más cosas.

Para hacer todo esto, no es necesario más que mi persona, y la voluntad de querer cambiar a un mundo más justo, y sé que esto no cae en saco roto, pues otras personas se han unido, y otras tantas que ya habían cambiado antes, también, y cada vez somos más por todo el mundo… con solo la voluntad individual de cada uno.

Siempre he estado moviéndome, nunca he estado parado, en voluntariados, viajando, constantemente buscando la verdad de las cosas, intento aprender cada día, para no volver a errar en las mismas cosas… parece que no, pero con mi edad me estoy convirtiendo en un veterano de tantas guerras libradas, aunque eso implique siempre heridas y sufrimientos, que quedan como cicatrices en la vida, en mi cuerpo e irán siempre conmigo.

Yo muchas veces digo, que con todas las cosas en las que he estado metidas, muchas de ellas sin yo haberlas planificado, y aun con mi juventud y buena salud, estoy más “quemao” que la cabeza de un cerillo y mentalmente a veces parece que tengo sesenta años… pero eso no me hace desistir de mi empeño, porque tengo claro que quiero convertirme en ese hombre del futuro, que ha dejado en todo lo posible, una forma de ser, que sigue en las cabezas y los corazones de las personas del siglo veintiuno y envenena a la maravillosa juventud y su poder para transformarlo todo.

No vale justificarse en la edad o lo sufrido para abandonarse, no tiene excusa decir que nada puede cambiar por el hecho de que no ha pasado antes.

Por eso, a todas las personas que me dicen que estoy en la edad de arreglar el mundo, y bla, bla, bla… yo les digo que el tiempo no tienen nada que ver, que no me voy a rendir, que a lo mejor es al revés y el mundo cambiará, cuando yo haya cambiado de forma particular, sin esperar nada más.

domingo, 7 de mayo de 2017

Las plagas

Hace poco leía un artículo sobre la hambruna en África, haciendo referencia a las “nuevas” plagas que azotan al mundo y que nada tienen que ver con las bíblicas o las mitológicas. La verdad es que me dio que pensar, pues fuera aparte de lo que pueda estar escrito en multitud de textos sagrados, somos nosotros, los humanos, los que llevamos siglos provocando las plagas más terroríficas, en la historia de la tierra como seres “superiores”.

Recordaba las diez plagas de Egipto relatadas en el libro del Éxodo, y se me venía a la cabeza, un símil de esta realidad que os estoy comentando, en donde el hombre tiene toda la culpa de lo que ocurre, en este mundo tan enfermo y decrépito. 

La primera plaga, donde las aguas se convertían en sangre; unas aguas improductivas, que no sirven ya para nada y que solo traen consigo problemas y enfermedades. No hay nada más que mirar a nuestro alrededor o hacer uso de la historia, para ver como a lo largo de los siglos, el ser humano ha manchado de sangre las aguas de todo el planeta, con tantas guerras; millones y millones de personas que una vez tiñeron océanos, mares, lagos y ríos con preciada sangre, por culpa de la ambición, el odio y la codicia.

Un agua colmada de sangre animal, en donde tantos seres marinos han muerto por millares, no solo para alimentarnos, sino también para nuestro deleite y capricho, llevando a tantas especies hasta su extinción. 

Unas aguas con un olor nauseabundo, por culpa de la contaminación que vertemos todos los días, toneladas y toneladas de aguas infectas, que por nuestra culpa, asesinan a todo ser viviente que se encuentre en sus inmediaciones.

Después vino la segunda plaga, las ranas, que en ciertas civilizaciones tenían significados de repugnancia o molestia y se asociaba a las habladurías y murmuraciones. Esta misma plaga también ha caído sobre la humanidad, tantas y tantas personas que son repugnantes en su forma de actuar, sin educación, sin respeto hacia su alrededor, personas que molestan de forma intencionada, estén donde estén. Una humanidad que murmura, que siempre está criticando a los demás, que se creen siempre mejores que el otro... una verdadera ola que machaca todo lo que cae en sus manos.

La tercera plaga, los mosquitos, hombres y mujeres que al igual que estos, molestan, siempre revoloteando alrededor de la oreja de alguien a quién picar, por envidia y celos. Gente sedienta de sangre, de conflictos, de traiciones, que desmontan los sueños de tantos soñadores de un mundo mejor. Que transmiten enfermedades, capaces de corromper las mentes de los demás, para beneficio propio, generando violencia, odio y guerras.

Luego la cuarta, los tábanos y moscas, que al igual que la anterior plaga, no solo se encargan de soliviantar, enfermar, aprovecharse y confrontar a las personas, sino que aparece donde huele a podrido y a descomposición, al igual que sus pensamientos. Gentío en masa, totalmente tóxica, que avanzan sobre los demás a traición, como un enjambre, para parasitarlos y transformarlos en gente asqueada ya, de tanta mierda.

Quinta plaga, la peste sobre el ganado, una humanidad que esclaviza, maltrata y revientan de dolor a todos los animales que existen sobre la faz de la tierra. Pervierten la naturaleza y su medio ambiente, ya sea por dinero o por puro placer, fracturando el maravilloso equilibrio de nuestra madre naturaleza y pasando por alto el sufrimiento al que someten a nuestros compañeros en este planeta, clasificados como seres vivos de segunda clase.

Le sigue la sexta plaga, que son las úlceras, hombres capaces de crear enfermedades en laboratorio por asqueroso dinero, e incluso empresas farmacéuticas que esconden las curas de muchas enfermedades por lo mismo, dejando que mueran millones de personas, y que solo unas pocas ricas, puedan acceder a la curación de estas; una plaga diabólica sin duda.

Séptima plaga, la tormenta de granizo y fuego, armas y bombas que caen del cielo arrasándolo todo, guerras que se extienden por todo el planeta, dejando arder sobre tantos inocentes un fuego destructor. Personas que desean ante todo un mundo en caos, por poder, dinero o pura enfermedad, que no tienen ningún respeto a la vida; realmente da miedo.

Continua la octava plaga, las langostas, una sociedad que como una nube de estos insectos, devasta todo lo que toca, lo arruina todo y el resultado, es un lugar seco, sin vida y aniquilado, sin importarles las consecuencias, ni entre ellos mismos, esto es un todos contra todos.

La novena plaga, las tinieblas y oscuridad, que el hombre tiene en su corazón, un egoísmo tan grande, que no le importa el sufrimiento ajeno, con tal de conseguir cada día lo que quiere. Que no piensa en ayudar y no mueve un dedo por los más necesitados; mentes oscuras y malvadas, que son capaces de tirar la comida, mientras otros millones mueren de hambre, algo horroroso, una perversidad que sobrecoge.

Y la décima plaga, la muerte de los primogénitos, por si no fuera suficiente todo lo anterior, aún queda lo peor… No basta con que este mundo sea azotado por estas terribles epidemias, sino que el ser humano se encarga de enseñarles las mismas formas de actuar a sus hijos a temprana edad, ya entonces, los asesina con sus actuaciones perversas, inculcándoles todo el odio, el egoísmo, la maldad, la destrucción, la ambición, la codicia, el maltrato y tantos males juntos que conllevan estas plagas. Jóvenes convertidos en monstruos y sin posibilidad de poder cambiar este mundo, para evitar tanto sufrimiento, para hacer de este planeta un lugar maravilloso donde vivir.

Como ves, no hace falta que ninguna divinidad envíe sus plagas para castigar al hombre, pues es él mismo, el que las crea y las alimenta cada día. Tú y yo somos parte activa en estas plagas. Vergüenza debería de darnos, el jugar con la vida de millones de personas cada día, e incluso con la de nuestra propia descendencia, ¿habrá algo más despreciable?, porque no quieres renunciar a tantos hábitos tan malos e indignos; porque tú, lo quieres todo y te da igual lo que le pase a los demás, ¡qué se mueran!... ¡qué más da!... naciste puro, luego te convirtieron en bazofia y ahora, conviertes a los demás en esa misma porquería en la que te has convertido.

¿Sabes qué?, las plagas son maldad concentrada y tú que estás ahí, también caerás, porque has hecho tanto daño... en tantos años de vida, que te has convertido en un cáncer viviente, y ya solo queda extirparte y eliminarte de esta sociedad… 


...Recapacita sobre esto… si aún puedes....

miércoles, 3 de mayo de 2017

Evolución enferma

El otro día me vinieron recuerdos de conversaciones con un compañero mío de trabajo que ya está disfrutando de la jubilación, una persona con estudios, siempre con un gran afán de aprender y con mucha experiencia a sus espaldas, me encantaba charlar con él de cualquier tema y es una persona muy elocuente y lógica en todo lo que dice, no tiene miedo a la hora de decir las cosas y lo hace con bastante seguridad.

Me acuerdo de un día que hablamos de la naturaleza del hombre y de su evolución, él decía - el ser humano no ha cambiado prácticamente en nada en más cinco mil años, su comportamiento sigue siendo básicamente igual de primitivo… desde el principio de la humanidad, los hombres se reúnen en torno al más fuerte, que es el que manda y mata a los que no quieren seguirle o puedan quitarle el puesto, para ello tiene la ayuda del brujo o chaman, que a cambio de favores mantenía a los demás afines a las órdenes del que allí mandaba… ahora tenemos más tecnología, pero por lo demás todo sigue igual -.

Yo al principio, no lo entendía bien, pues pensaba en todos los adelantos y el progreso que el ser humano había conseguido, y no era capaz de ver mi similitud con uno de estos primitivos… pero más adelante si comprendí lo que este compañero exponía, sin duda, como sociedad, lo que nos diferencia hoy en día son las normas impuestas, si no las hubieras estaríamos igual.

Pues el ser humano hace o deja de hacer por obligación, miedo o imposición, no por caridad o empatía, y ¿esto por qué ocurre?, tal vez sea porque la necesidad que empujó al hombre a subsistir, a vivir una situación que lo trastornaba diariamente ya que tenían escasez de todo, por eso, no todos los días tenían algo que llevarse a la boca, e incitó a estos jefes a volverse depredadores a base del uso dañino de su fuerza. A conquistar nuevos territorios para asegurar su supervivencia, aunque eso implicara matar a la población que allí convivía en paz, hombres y animales.

Con un pensamiento, “vamos a extendernos todo lo posible, recojamos lo que podamos, luchemos por la materia prima, no sea que mañana no tengamos y muramos”, incluso cuando ya se tenía de sobra, estaba grabado a fuego, como un trauma por haber pasado demasiada necesidad anteriormente. Quizás un método muy instintivo de la naturaleza, de supervivencia del más fuerte, sin importar los daños ocasionados, dejándose llevar por esa teoría del gen egoísta, que en nuestro caso ya no debería ser una justificación, para explicar las atrocidades de este mundo enfermo.

Entre otras cosas porque ya no necesitamos jefes, no precisamos de conquistadores, pues el mapa de la tierra está completo, se ha derramado demasiada sangre con la cantidad de conquistas y reconquistas, que solo nos han traído más miedo, egoísmo y desolación. Pues este comportamiento es dañino, mezquino y miserable, revienta todo lo que toca, destruye sin compasión, le quita la vida a muchos, para asegurarse la suya, sin ni siquiera muchas veces estar amenazado realmente.

Y así llegamos hasta esta sociedad, en la que vivimos hoy en día, esa que llamamos civilizada, pero no es más que un mundo totalmente canalla y malvado, que está acostumbrado a este pensamiento destructor, siendo cómplices de todas las barbaridades que se cometen por cada minuto que pasa. Una psicosis generalizada que ve como normal, por ejemplo, las millones de personas que mueren de hambruna, el maltrato animal continuado veinticuatro horas, la contaminación, las guerras que se libran por puro interés económico y de poder… todo por el hecho, de que seguimos teniendo a fuego grabado en la mente, como dije antes, de una manera irreal, que se va acabar el alimento, que se va a terminar el territorio y hay que defenderse como sea, de este enemigo fantasma.

Por eso, ya es hora de entender que no podemos seguir ni un día más así, y en vez de usar esta actitud tiránica presente en la naturaleza, evolucionar hacia otra que también existe, que es trabajar para el bien común, crear una sociedad colmena, donde usemos la lógica, pues no tenemos que competir los unos con los otros, eso es un engaño de nuestra mente, un fallo sistémico de nuestros antepasados que nos está llevando a la ruina a pasos agigantados.

Construir una sociedad desde el respeto y el reparto equitativo, no lo que hay ahora, pues por tu culpa suceden todos los males de este mundo, tu pasotismo, tu egoísmo y tu ansiedad por vivir la vida con todas las comodidades, está matando cada segundo que pasa a millones de personas y animales en todo el mundo. Y cuando sigues viendo el telediario sigues aceptando todo el horror, toda la maldad que hay en nuestros corazones, pensando - la vida es así, que se le va hacer -, me asquea que sigas viendo todas estas desgracias como normal, reza para que no te toque a ti, alguna de estas desgracias…

Matamos, devoramos el planeta, comemos animales de manera criminal, sabemos que no está bien y seguimos así. Lo peor de todo es que trasmites a tu hijo y a los jóvenes en general, la misma mierda, que también tragarán ellos cuando sean mayores… ¿qué haces?, ¡QUÉ ESTÁS HACIENDO!, ¿es qué eres tont@?... Siento vergüenza del hombre.

Realmente, mi compañero tenía razón, el no creía en la posibilidad de cambio, pues en su vida ya había visto bastante, como decía él, - compañero, más de lo mismo -. No sé si también tendrás razón en eso, pero yo al menos sí cambiaré, quizás eso anime a otros, y al final dejemos de ver como normal, lo que no lo es, y podamos curar nuestras mentes de tanta perversidad y malicia que nos tenemos los unos con los otros.

Compañero Carmona me sigo acordando de ti, y de los buenos momentos que pasamos, siempre de buen humor, tus risas se escuchaban desde lejos, gracias por esas charlas, tú hacías que las horas de trabajo fueran mejores, teniendo en cuenta, lo que teníamos que aguantar diariamente por parte de las malas personas que teníamos a nuestro alrededor.