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miércoles, 21 de junio de 2017

Un mundo pequeño

Hay muchas personas y entre ellos cantidad de padres, que viven obsesionados con la limpieza, pues tienen a los microorganismos como unos enemigos a los que hay que eliminar de nuestras vidas, de todos los sitios, de cualquier cosa, ropas, suelos, mesas, de las manos de los niños… en general dejar la casa totalmente aséptica. Y eso es absurdo, porque las bacterias están por todas partes, es imposible eliminarlas y no hay que tenerles tanto miedo, pues el 99% de ellas son inofensivas para nosotros, la idea de vivir en un mundo sin estos microbios, significaría una muerte segura para todos en poco tiempo, pues las necesitamos constantemente, tanto dentro, como fuera de nosotros, su misión es la más importante.

Estamos totalmente repletos de bacterias, nuestra piel está completamente vestida con ellas, y dependiendo de la zona del cuerpo, tenemos poblaciones distintas de estas, así en la axila viven colonias diferentes a las que existen en los brazos o en los pies, tanto es así, que son tan distintas unas a las otras, que tienen su propio ecosistema, donde podríamos hacer un símil con las diferentes regiones climáticas de la tierra, desde el bosque amazónico al desierto del Gobi. Cada vez que abrimos la boca, estamos expulsando y tragando nuevos microorganismos, todo lo que tocamos, queda “infectado” con nuestro rastro bacteriano.

De hecho, todos tenemos un mapa microbiano único, algo parecido con lo que pasa con nuestro ADN, y esto es algo muy importante, pues la mayoría de ellas, o son inocuas o nos benefician en algo. Pero como comentaba antes, la obsesión de la limpieza y ciertos hábitos en las ciudades sobre todo, está favoreciendo un aumento de enfermedades, muchas en niños, que antes no eran tan numerosas o agresivas, entre ellas encontramos el asma, la intolerancia alimenticia, alergias y otras patologías más serias. Por tanto, debemos llevar una asepsia controlada y dejar que estos microbios convivan con nosotros, cuanto más variados sean mejor, por eso, hasta el hecho de vivir con animales es bueno, porque hace que este intercambio aumente, seamos más resistentes y fuertes frente a amenazas externas e internas. 

La mayoría de las personas saben que en nuestro aparato digestivo hay una serie de bacterias que son beneficiosas para la digestión, algo que han estudiado… que bueno, es un conocimiento más que han aprendido y ya está. Pero la realidad, es que esto es mucho más importante de lo que nos parece, estudios recientes hablan de la microbiota o flora intestinal (conjunto de bacterias que viven en el intestino en simbiosis con nosotros), como la solución a muchos de los problemas de salud que sufrimos actualmente.

Se estima que el ser humano tiene en su interior unas dos mil especies bacterianas diferentes, de las cuales menos de cien podrían llegar a perjudicarle, nosotros las necesitamos para la absorción de nutrientes, vitaminas, etc., y forman un ecosistema complejo, equilibrando nuestro organismo. Hay descubrimientos muy importantes sobre esto, pues la flora está influenciada por factores intrínsecos propios del organismo y otros extrínsecos como el envejecimiento, la dieta, el estrés, medicamentos y alimentos con componentes prebióticos u organismos probióticos.

La microbiota intestinal, está asociada al fortalecimiento de las defensas del cuerpo, enseñando al sistema inmunitario (linfocitos) a reconocer amenazas, especialmente en el colon. Antes, decir que existía un eje cerebro - intestino regulado por unos bichitos, hubiera sido motivo de mofa por todos los científicos, ahora sabemos que hay una relación directa entre ellos, liberando hormonas y otras moléculas, con la capacidad de reestructurar el cuerpo por completo.

Y después de todo esto, voy a donde quería llegar, sin duda una buena flora intestinal, grande y diversa, es sinónimo de una mejor salud y el control de otros procesos que antes no se relacionaban, como pasa con la obesidad. 

Una buena dieta es fundamental, tan importante que puede determinar lo que vas a llegar a vivir y la calidad de tu vida. Esta flora se concentra sobre todo en la parte final del colon, si la proporción es buena y muy diversa, estas enseñan a los linfocitos a detectar células tumorales, y para esto, hace falta que estén bien alimentadas; está demostrado que los mejores nutrientes para ellas son las fibras, o sea, frutas y verduras, que al metabolizarlas liberan ácido butírico que induce a la apoptosis (muerte programada) de las células malignas y reduce inflamaciones, etc.

Por eso, estos estudios se suman a otros muchos, en donde se ratifica que la dieta del ser humano debe ser a base de verduras y alimentos con fibras, dejando a un lado todos los alimentos procesados (que son la mayoría) y las carnes… ¿por qué?, entre otros motivos, porque las carnes debido a la producción tan agresiva que exige el capitalismo, están cargadas de antibióticos y otros químicos, que al ingerirlas llegan hasta tu aparato digestivo y matan a estas bacterias, por eso, es una de las causas por las que la OMS ha catalogado las carnes como alimentos que favorecen de manera preocupante el cáncer, en especial el de colón, ¡fíjate lo importante que es!.

Toda la comida basura y la procesada (alimentos preparados y envasados), está repleta de grasas saturadas, azúcares y carbohidratos que se asimilan antes de llegar al colon, dejando a estas bacterias sin alimento, reduciendo su población y desequilibrándolo del todo, por eso una microbiota intestinal pobre induce entre otras a la obesidad, pues se pierde el control de la absorción de nutrientes, entre otras.

Es curioso, que en África, el continente de donde vino el hombre, se han encontrados tribus en donde su alimentación consiste en mucha fibra, con verduras, raíces, frutas, legumbres, etc., se le hizo un estudio de las bacterias que habitaban en su intestino, y era impresionante, pues tenían un número mayor en cantidad y en variedad. Da la casualidad que en estas tribus, no hay ningún obeso, no porque pasen hambre, pues comen todo lo que quieren, sino porque hay una relación directa entre la nutrición de su microbiota y la respuesta del cuerpo, un tema interesantísimo.

A diferencia de nosotros, en donde maltratamos nuestra flora con tanta comida perjudicial y la estúpida creencia de que tenemos que comer mucha carne; lo que produce, es la alteración en la microbiota intestinal que puede provocar muchos inconvenientes para el ser humano, enfermedades como la colitis seudomembranosa, diarreas crónicas y síndrome de colon irritable, que pueden ser tratadas por medio de trasplantes de microbiota fecal. Este procedimiento consiste en depositar flora fecal intestinal perteneciente a un individuo sano en el intestino del individuo enfermo, con el propósito de restablecer el equilibrio de sus funciones. Este procedimiento se puede llevar a cabo realizando un enema al paciente con el fin de implantarle microbiota intestinal sana.

En definitiva, cada día que pasa estamos conociendo mucho más sobre los microbios y en donde ante veíamos solo peligro, ahora entendemos que es todo lo contrario, en donde creíamos que la dieta de fibra era algo complementario, resulta que es la principal y si evitamos las carnes contaminadas con tanta maldad, por culpa de querer ganar dinero a toda costa, destrozando nuestra salud, empezaremos a experimentar un cambio profundo en nuestra fuerza y vitalidad.

Así que, amig@ mete las manos en la tierra, llénate de ellas, no tengas miedo de acariciar a un perro, no vivas una vida en la mentira de que cualquier bacteria te puede matar, modifica tu alimentación, pues como dije, la mayoría son neutras o beneficiosas… en esto también debes pasar página.

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