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martes, 27 de febrero de 2018

Frases

“El escritor escribe de lo que lleva dentro, 
de lo que va cocinando en su interior y 
que luego vomita porque ya no puede más.” 

miércoles, 21 de febrero de 2018

Dos años contigo

Se han cumplido exactamente dos años desde que me decidí a abrir este blog, la verdad es que estoy muy satisfecho y agradecido, por la cantidad de personas de todo el mundo que siguen mis publicaciones. Mensajes que me llegan, dándome las gracias porque les ha ayudado en un momento de su vida, en el que necesitaban unas palabras que les animaran; para mí, no puede haber mayor orgullo, que algo que empezó sin ninguna pretensión, haya podido cambiar aunque sea un poco, la vida de algunos de vosotros a mejor.

Han sido cantidad de posts, donde he hablado de muchos temas, todos los más importantes han sido tocados, en más o menos profundidad. Problemas y soluciones para cambiar este mundo; por supuesto, también vuestros magníficos comentarios a traves del blog y de las diferentes redes sociales.

Un viaje de dos años en donde siempre he hablado desde mi experiencia personal, porque a mí no me gusta decirle a la gente lo que debería de hacer, solo hablo de lo que he hecho yo. Multitud de cambios en setecientos treinta días, en donde podéis leer en cada artículo, mi progreso individual, cada descubrimiento, cada denuncia, alegrías, penas, indignación, asombro… todo está aquí, en mis escritos.

Sin tenerlo en mente, hasta llegué a publicar un libro, del cual me siento muy contento y satisfecho de la obra creada. 

Pero sin duda, como siempre he dicho, para que sea posible este cambio, debemos romper con nuestro yo, con ese ego que no nos deja avanzar… y el problema es que muy poca gente lo va consiguiendo. Por desgracia, la gran mayoría de las personas dejan estos propósitos, si es que llegan a conocerlos, tirados por la calle, derraman estos tesoros, porque prefieren su egoísmo, pensando que tienen legítimo poder, que poseen todo el derecho para reventar la vida en este planeta… una lástima, demasiado dolor.

Un árbol no hace un bosque, ni una gota de agua, un océano; falta mucho aún, para que el ser humano siquiera piense en cambiar de verdad y revelarse ante las barbaridades que vemos cada día y de las que somos partícipes, antes de que se demasiado tarde.

De todas maneras, yo no voy a parar, he conseguido muchas cosas, y cuanta más alta es la meta, más difusa, más imposible se vuelve. Por eso, una vez que he adaptado todos los cambios de los que hablo en mis publicaciones, no puedo esperar a que los demás se decidan, pues me siento atascado, ya que es una lucha, a veces muy feroz, contra individuos de mí misma especie, que no quiere evolucionar, que sueltan por la boca verdades que luego se convierten en veneno, matando todo lo que tocan... La persona más inocente en apariencia, puede ser tu trampa más mortal.

Como decía, yo he llegado a un estado en donde he tocado techo, pero he de seguir superando mis propios límites; si os soy sincero, ahora mismo no sé como hacerlo, pues la solución se me presenta transparente y a veces quedo frustrado. Siento que tengo mucho potencial que dar todavía, pero en esta sociedad es complicado, ya que ahoga cualquier iniciativa que no sea la de siempre…

Si puedo decirte que lo conseguiré, no sé cómo, no tengo ni idea, pero saldré, y seguiré superando barreras, esas que no parecen, que un simple mortal sin dinero, pueda romperlas… aún así, todo llegará.

Para eso, creo que este blog es la perfecta iniciación, como un animal cuando nace, que sale del cascarón, pero que todavía, aún le queda un largo caminar. Así que, necesito tiempo, para alcanzar nuevas soluciones a estos límites titánicos, por lo que ya no publicaré en el blog todas las semanas obligatoriamente, solo cuando tenga algo que comentar. A todos vosotros, mis seguidores os doy mil gracias por leerme en estos dos años.

Mirad, el mensaje está dicho de mil maneras, el velo de la realidad ha caído, más claro no se puede decir, repetirse más es una perdida de tiempo, que sinceramente ahora, necesito para mí, pues si no es imposible que siga avanzando. Aquí se encuentra lo más importante de mi experiencia, la receta de un mundo mejor, espero que te sirva y la complementes, ese día que realmente te decidas a cambiar de vida; pues yo ni puedo, ni deseo obligar a nadie, todo está escrito… ahora… debes tomar tú, la última decisión, solo depende de ti… ¿qué vas a hacer?... Nos vemos pronto...

Supera tus límites

miércoles, 14 de febrero de 2018

Dos mundos (final)

Puedes leer las otras partes en estos enlaces: Dos mundos (primera parte) ; Dos mundos (segunda parte)

Una voz susurraba a Shio, - hay una semilla del mal en todos nosotros, simplemente no sabemos cuando comenzará a crecer -, era la reina, que sostenía en la mano una forma parecida a un avión de papel, todo estaba muy oscuro y supo que era su madre solo por la voz, cuando se dio cuenta, ya no se encontraba con ella. Estaba claro que su madre no iba a darle la solución, quizás la propia reina estuviera también perdida, o no quería mostrarle la realidad por completo… La princesa estaba demasiado confundida, quizás el salvador, ese que estuvo jugando con el trono y al que su madre la envió, pudiera darle respuestas.

Mientras se dirigía a las ruinas, no dejaba de pensar en esas palabras tan oscuras, que su madre le pronunció, ¿qué significaba todo eso?, - este no es mi mundo -, decía, desde la lluvia negra todo ha cambiado mucho, la duda crecía en su interior y tenía interés en conocer el mal que la reina quería eliminar.

En el aire volaban aquellos aviones, de color negro y no solo emanaban hostilidad, m bien ﷽﷽﷽﷽piraba...diemanaban hostilidad de dre no iba a darle la soluci de color azul, Noa suspiraba...diás bien querían pegarse a ella y formar parte de su mente, el vestido de la princesa se fue volviendo negro a cada paso que daba y la oscuridad controlaba su mente, estaba cansada y solo quería huir de todo esto. En lo alto de las ruinas estaba el salvador, jugando con estos aviones, pero eran más grandes, ella llamó su atención:

- ¡Salvador! -, dijo Shio, - ¡lánzame lo más lejos que puedas! -, mientras le señalaba al horizonte.

- ¿No tienes miedo que nos vean juntos?, respondió el enorme guerrero.

- No te preocupes, nadie lo hará.

Tomo a la princesa con sus grandes manos, y la colocó en uno de estos aviones, en ese momento, apareció la reina, viendo la situación, voló hacia ellos y grito desesperada, - ¡para, te lastimarás a ti misma! -, pero el salvador la lanzó muy fuerte hacia ese horizonte desconocido, oscuro, una parte aun por descubrir, quizás escondida por su propia madre.  

Al llegar al otro extremo, no había tanta oscuridad como se imagina, todo lo contrario, tenía un mundo nuevo frente a si, y con curiosidad lo exploró, era distinto, había puertas cerradas con perlas, que no dejaban avanzar a Shio, pero si ha sido capaz de combatir con el monstruo, el poder de su madre, no serían un impedimento para adentrarse en lo desconocido…

Llegó a una hermosa estancia, nunca vista antes, y en ella había una imagen conservada, una pieza de este puzle que no llegaba a encajar, en ella se veía al ser adulto con la menor en sus brazos, pero rápidamente la imagen se tornó negra y se rompió en miles de pedazos, atacándola hasta hacerla caer una vez más. Volvió a ese extraño mundo, quizás más familiar últimamente que el suyo propio, escuchaba las risas de los pequeños que jugaban con aviones de papel, mientras su madre les estaba regañando… al liberarse, escapó hasta la entrada a palacio, algo le decía que pronto acabaría todo. Al llegar al portal, ya no dudó, ni se paró, no le daban miedo los temblores y los estruendos, se adentró para descubrir lo que había detrás de la oscuridad, pero tan solo pudo ver a la mujer con las manos en la cabeza, mirando hacia una puerta…

Había escampado, tan solo caían cuatro gotas, el cielo estaba despejado, ya había atardecido, y un sol que terminaba su jornada, solo permitía dejar ver a contraluz, la sombra de Noa arrancando la hoja del cuaderno. Después de mirar ese maravilloso atardecer, se giró con determinación hacia la casa, que estaba justo detrás de ella.

Caminó hacia ella, hasta las largas escaleras que comunicaban la playa con la vivienda, y antes de subirlas se sentó por última vez y echó una ojeada al cuaderno, había un dibujo de fuego y humo a la derecha y más aviones de papel en la hoja izquierda…

Shio sabía que al volver a palacio las cosas no serían igual, y al entrar en la sala del trono, vio que todo estaba desordenado, el ambiente era raro, nublado, quizás por un humo extraño, había fuego flotando en el aire, que alumbraba la oscuridad que inundaba el lugar, aunque ya se lo imaginaba, se alarmó porque la reina no estaba, ella grito buscándola, - ¡madre! -, todo había cambiado, estaba sola en este mundo. Decidida salió del palacio a solucionar el problema, aunque en eso le fuera vida, estaba dispuesta a crear algo nuevo si hacía falta, a inventarlo, madre ya no estaba, no la había visto desde después de su último viaje, y todo estaba transformado, ¿por culpa del coloso?... ya no lo tenía tan claro.

Avanzó con decisión, todo lo que era del planeta quemaba y agredía, pero entre movimientos muy ágiles sorteaba las trampas, se había hecho muy fuerte desde que todo comenzó, ya solo quedaban ruinas. Después de mucho caminar, oteó a lo lejos al monstruo, estaba tirado en el suelo, muy herido, cerca estaba el salvador que al ser atacado por este mundo agresivo, cayó también al suelo, pero algo curioso ocurrió entonces, al margen de lo que hubiera podido imaginar la princesa.

El coloso, el monstruo y el enemigo de la madre, se acercó al salvador a ayudarlo, se lamentaba de lo que le había pasado. Shio no tenía palabras, sintió que todos sabían lo que ocurría menos ella, ¿por qué el monstruo se apiada del salvador, el que tenía que matarlo?...

Las piernas le temblaban, su mundo era ya irrespirable, inhabitable, pero avanzó hasta el final, entonces una última imagen apareció ante ella, estaban los cuatro seres juntos, abrazados, y de un destello cayó al suelo, y sin resistirse se dejó llevar para entender lo que aun no comprendía. La visión era distinta a todas las demás, una casa, un hogar… se palpaba felicidad, giró la cabeza al escuchar a los pequeños reír, también los adultos estaban allí, todo parecía tranquilo y por primera vez no quería irse de allí,  aun confusa, sin desearlo una fuerza la arrastró violentamente hacia fuera de la estancia, volviendo otra vez a su mundo destruido; al fondo se veía claramente, como tanto el monstruo, como el salvador sufrían, mientras Shio también gritaba de dolor, entonces desató un poder de su interior como nunca se había visto, podía transformar su mundo, las estructuras bailaban al son de su danza, mientras el monstruo tomaba al salvador herido de muerte y se lo llevaba en brazos. Ella los siguió hasta un portal, sabía que esta era la última puerta que atravesaría, no sabía lo que vería y qué ocurriría después, pero no le importaba, mientras intentaba no caerse por los temblores, traspasó el portal y otra vez un silencio que hacia daño, solo había oscuridad, un túnel vacío y nada mas…

Al arrancar la última hoja, solo quedaban dos dibujos, el primero de la izquierda, donde aparecía un hombre extraño y un niño agarrados de la mano, que ahora se completaba con la última página, una niña y su madre de la mano, el dibujo acabado, los cuatro juntos… cerró el cuaderno, su cara era distinta, subió los escalones lentamente, pues eran muy altos, hacia la casa, y mientras se dirigía a la puerta, entre el ventanal del salón se distinguía a un hombre mayor sentado en el sofá…

La princesa estaba sentada en el trono, no podía más, todo tenía que haber cambiado, era la última puerta, sin embargo… aquí estaba ella, sentada en lo poco que quedaba de su mundo, lamentándose de su fracaso; pero entonces oyó al monstruo quejarse por sus heridas mortales y creó un puente que le llevo directo a él, estaba muy mal y, ¡oh!, enfrente suya había una puerta creada por el monstruo, ¡esta sí era la última!, fue atraída a ella y al traspasarla lo comprendió al fin, vio a los niños llorando y correr, mientras su madre los detenía, el otro adulto, su padre, tenía las maletas en la puerta y se marchaba… lo sentía como si lo hubiera vivido… traspasó la puerta lentamente y volvió junto al monstruo, que agonizaba entre jadeos, al que lo abrazó… ella le dijo llorando:

- ¡Padre!, ¿por qué nos dejaste?...

- …Porque… porque podía…, y gritando se hundió para desaparecer…

Shio cayó al suelo, ahora lo entendía todo, mientras asimilaba la verdad, una vida nueva crecía en su interior…

Noa estaba frente a la puerta de la casa, estaba nerviosa y dudosa, puso el dedo en el timbre, pero no sabía si tocarlo, en ese momento el coche rojo apareció aparcando junto al porche de la casa…

Ella había encontrado por fin, la paz consigo mismo, todos estos años… sin aceptar tantas cosas, todos esos dibujos reflejaban el escape del sufrimiento, cuando era niña, pero ahora ya es mayor, su hijo está apunto de nacer…

¿Llamaría al timbre para mostrarle el cuaderno y preguntar lo que aun no sabía sobre su hermano, su madre y Él?, ¿quién tuvo la culpa?, ¿o se daría media vuelta y se marcharía en el coche, dejando a su padre y respetando el pasado sin ahondar más en él?... quizás el cuaderno... debería haber estado hace tiempo en una papelera como la que estaba junto al coche rojo aparcado…
FIN
Basado en el gran juego Bound

miércoles, 7 de febrero de 2018

Ese pálido punto azul...

En 1977 la NASA lanzó al espacio la sonda Voyager 1, con la misión de localizar y estudiar los límites del sistema solar. En 1990 cuando la sonda se encontraba a unos 6000 millones de kilómetros de la Tierra, más allá de la órbita de Plutón, un famoso científico propuso orientar la sonda hacia nuestro planeta para echar un último vistazo a la Tierra.

De esa última mirada de la Voyager 1 obtenemos la imagen más lejana jamás tomada de la Tierra. Tras ver la imagen de nuestro hogar en esa impactante fotografía, este hizo la siguiente reflexión…

Eso es aquí, es nuestro hogar, somos nosotros, en él, todos aquellos a los que queremos, todos a los que conocemos, todos aquellos de los que hemos oído hablar, todos los seres humanos que han existido, han vivido sus vidas. La suma de nuestra felicidad y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y cada padre, cada niño con esperanza, cada inventor y explorador, cada profesor de valores, cada político corrupto, cada superestrella, cada líder supremo, cada santo y cada pecador de la historia de nuestra especie, ha vivido ahí. En una mota de polvo suspendida sobre un rayo de luz del sol.

La tierra es un escenario muy pequeño, en un enorme ruedo cósmico, piensa en los ríos de sangre derrama por todos aquellos generales y emperadores, para que con su gloria y su triunfo, pudieran llegar a convertirse en dueños momentáneos de una fracción… de un punto. Piensa en la infinita crueldad presenciada por los habitantes, de una esquina de ese pixel, e infligida por los apenas distinguibles habitantes de cualquier otro rincón… cuán frecuentes sus malentendidos, cuántas ganas de matarse los unos a los otros, cuán ferviente su odio.

Nuestras poses, nuestra imaginada autoimportancia, la ilusión de que tenemos alguna posición privilegiada en el universo, todo eso se ve cuestionado por ese punto de luz pálida, nuestro planeta es una mota solitaria, en la enorme y envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esa inmensidad, no hay ningún indicio de que vaya a llegar ayuda, desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. 

De momento la Tierra es el único mundo conocido que se sabe que alberga vida, no hay ningún otro lugar, por lo menos a corto plazo al que pueda migrar nuestra especie. Visitar sí, ¿asentarse?, aún no; nos guste o no, de momento la Tierra es el lugar en el que podemos sobrevivir, se ha dicho que la astronomía es una experiencia humilde que forja el carácter. 

Quizás no haya mejor demostración de lo absurdo de la arrogancia humana, que esta imagen tan lejana de nuestro minúsculo mundo, para mí subraya la responsabilidad que tenemos de tratarnos los unos a los otros con más amabilidad. Y de preservar y cuidar mejor ese pálido punto azul. 

El único hogar que hemos conocido jamás…

Sin duda, no me atrevo a añadir nada más a este post, pues el gran Carl Sagan ha expuesto nuestra realidad de una manera clara, esa que sabemos y no entendemos o no queremos aceptar. Solo me gustaría preguntarte una cosa, ¿tú te consideras destructor o constructor de nuestro planeta, de la sociedad?... no respondas tan rápido, piensa que si todos decimos constructor, ¿por qué la Tierra y sus seres vivos sufren así por nuestra culpa?...

Acepta que eres parte del problema, de algo muy muy serio, tú eres el problema, no puedes seguir negándolo, el cambio te persigue, no luches más, entra en él y compórtate como un adulto de la nueva era, como la persona encargada de cuidar nuestro pequeño pálido punto azul.