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domingo, 9 de octubre de 2016

¿Y tú para qué vives?

¿Te has hecho alguna vez esta pregunta?, aunque parezca muy básica o muy sencilla, esconde como siempre una reflexión bastante importante de la vida. 


A ver dime, ¿tú para que vives?, y me puedes expresar, 

- vaya pregunta más tonta -, 

por ejemplo me puedes decir, - yo vivo para trabajar -, 

bien y trabajar ¿para qué?, - pues no sé, para ser algo en la vida, -, 

y ser algo en la vida ¿para qué?, - pues para ganar dinero -, 

sigo, y ganar dinero ¿para qué?, - pues para comprar alimentos -, 

y comprar alimentos ¿para qué?, - tendré que alimentar a los hijos que tengo -, 

y tus hijos ¿para qué?, - pues porque quería tener hijos -, 

y esto ¿para qué?, pues es lo que la gente hace, ¿no?, 

Y ¿PARA QUÉ?... 


Y así puedo preguntarte una larga lista, y tú puedes responderme, hasta el punto que ya no sepas que contestar, porque en realidad no sabes para qué vives, no eres capaz de encontrar el punto, el origen donde tu vida empieza, se realiza y crece. 

Conforme te pregunte pasaremos a niveles más básicos, avanzando hacia edades más avanzadas, y al final, ya sabes dónde acaba todo, con la terminación de la vida. Pues no es fácil aceptar, que en verdad, aunque tú vives para muchas cosas, en realidad es para nada, parece que falta algo, una pieza que no se ve. 

Vale, puedes estar en desacuerdo, y aferrarte a no sé qué, diciendo que eso es por lo que tú vives; bien dicho, es a lo que te has agarrado, a eso, bien por desesperación, por obligación, por ansia, por desconocimiento, por aburrimiento, por ilusión, por cumplimiento, por pasar el rato, etc. Todo muy respetable, pues cada uno elige lo que quiere o puede hacer con su vida, pero en el fondo, nada de esto responde a la pregunta. 

Una cuestión que interroga al ser humano y lo lleva al plano más “espiritual” y abstracto, en donde nada físico, nada material puede darte una respuesta definitiva al interrogante; aquí podemos ver, la potencia que tiene nuestro cerebro y nuestra mente, capaz de imaginar y alcanzar, lo que nuestro cuerpo no puede ni siquiera acercarse; tiene la capacidad de viajar años luz fuera de él, e inventar cosas fantásticas, realmente algo muy cercano a lo infinito y a lo eterno. 

De hecho, es nuestra limitada existencia y la fragilidad de nuestra biología, lo que hace que no lleguemos a más; si viviéramos cientos de años, y no tuviéramos que estar tan aferrados a lo material, quizás entenderíamos mejor la vida. Pero con los pocos años que estamos aquí en la tierra, la nefasta y malvada organización de nuestra sociedad, ¿podemos realmente pararnos a pensar, sobre esta cuestión?. 

Algunos llegan a la conclusión, que solo un ser supremo que tenga todas las respuestas, puede responder a esta pregunta, la verdad, en mi opinión, es como querer curar una herida poniendo solo una tirita, así, sin realmente pensarlo, ni razonarlo, pues si lo hacemos, este ser supremo se diluye rápidamente, no tiene consistencia. Y lo siento, no voy a pasar al plano de la fe, convencerme que me lo tengo que creer a la fuerza... No me parece normal. 

Por tanto, en esta realidad nos encontramos al hombre como el ser más próspero que se conoce, una maravilla de la naturaleza y la evolución, pero con una fecha de caducidad bastante corta; que vive en un planeta fantástico, del cual no está haciendo buen uso, su sociedad es muy compleja y egoísta; que gira alrededor del sol a 30 kilómetros por segundo y viajamos por la galaxia a 250 kilómetros por segundo… Y hasta ahí sabemos, poco a poco vamos descifrando algo más de la historia del universo y de la historia de los seres vivos en la tierra… Pero aquí se acaba todo, lo que se pueda decir a continuación no son más que creencias, teorías, hipótesis, mentiras o una simple fe ciega. 

No esperes que nadie pueda responder a día de hoy, a esta cuestión, yo tampoco puedo decírtelo, podrás entonces dedicar tu vida a tal o cual cosa, podrás creer lo que quieras, lo que si es cierto, es que esta duda, que nace en tu interior, es muy real y tangible en tu mente, en tu ser, puede que sea alguna vez descifrada por físicos, biólogos, médicos, etc. 

Al igual que a muchas personas que fueron adoptadas, desearon con inquietud, conocer su pasado y sus padres biológicos, todos nosotros tenemos, esta pregunta en nuestro interior, ¿y yo para qué vivo?, una duda que anhela ser respondida con toda nuestras fuerzas, una luz que pueda ser revelada; ojalá como en la película Contact, unos seres superiores se pusieran en contacto con nosotros en esa maravillosa playa, y nos dieran una explicación y un sentido, ojalá pudiera una divinidad manifestarse de verdad y aclarar esta sed de saber, ¿para qué todo esto?. Hasta el día de hoy, nada ha ocurrido y tendremos que seguir buscando dentro y fuera de nosotros esta respuesta. Lamentablemente, no en todos los post puedo contestar algo bastante certero sobre un tema, porque soy tan humano como tú y ahí se queda la duda flotando; lo que sí sé, es que si lleváramos una vida interior más desarrollada, y la exteriorizáramos hacia los demás, todo sería muy distinto, si fuéramos una sociedad unida y en paz, yo creo que hubiéramos llegado prácticamente a esta respuesta última, pues la solución y la verdad vive dentro de nosotros, aunque aún no la veamos…


2 comentarios:

  1. Yo solo quiero vivir con paz interior y que los demás también desde ese estado se puede vivir la vida con todo y visicitudes.

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