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domingo, 30 de octubre de 2016

¿Qué es lo correcto?

Realmente es algo complicado de contestar, es más, todo es tan relativo, que depende de cada uno, pues cada persona tiene una manera muy distinta de pensar, y con esto viene el dilema, ¿quién tiene razón y quién no?, o mejor dicho, ¿quién se acerca a un pensamiento más acertado o conveniente para todos?, esto… esto sí que es difícil.

Sin duda esta es una pregunta trampa, pues en el ámbito de lo humano, nuestras acciones no son pruebas que se puedan puntuar de cero a diez, pues como dije antes todo es relativo, y cualquier decisión, conlleva unas consecuencias más negativas o más positivas, dependiendo para quién.

Así que, se me ocurrió buscar la definición de correcto, en la RAE, y dice que significa libre de errores o defectos, conforme a las reglas. Pero claro, ¿qué reglas son esas?, ¿quién las ha escrito?, pues supuestamente estamos hablando de las reglas éticas y morales, normas universales que respetan el derecho que tenemos todos; aunque volvemos a ver la trampa, pues lo correcto en un país con un régimen gobernado por un tirano, no es lo mismo que en un país democrático.

Sin embargo, fíjate que curioso, que en los dos lados, lo que hacen es correcto, pero si los comparamos, seguramente serán contradictorios, por ejemplo la libertad de expresión en uno, estará prohibido y en el otro no, ¡y la normativa sobre este tema sería correcta en las dos!, ¿cómo puede ser eso?... ¡Umm!, me falta una pieza.

A parte de la relatividad que comentaba, esto me hace fijarme en un detalle... Vale, es correcto en los dos países, pero, ¿es justo?... ¡Aah!, es que no es lo mismo; si nos volvemos a ir, a la definición de justo en la RAE, significa que obra con justicia y razón. Entonces veo que no estamos hablando de lo mismo, cuando hablo entre lo correcto y lo justo.

Mientras la palabra correcto me suena más a normativa y cumplimiento, justo, me sabe más a honestidad y dignidad; de manera que algo puede ser correcto pero no justo, puede ser las dos cosas, puede ser justo pero no correcto o ninguna de las dos.

Entonces, ¿en qué quedamos?, yo creo que si no quieres violar las normas debes hacer lo correcto, que puede ser lo justo también, pero también puedes hacer lo justo, que a lo mejor no es lo correcto, y puedes meterte en un lío, por saltarte una norma, ¿no?, o ninguna de las dos (espero que no te hayas perdido).

Haciendo esta distinción queda bastante claro, la doblez y la hipocresía con la que se legisla en este mundo, al final, todo es según convenga, y se mueve a gusto siempre del más fuerte. La verdadera justicia, es totalmente independiente a todo esto, y normalmente suele acompañar más al pequeño, al débil y al inocente; el problema es que conviene más lo correcto, que lo justo.

Por ejemplo, con el tema de las narcosalas, es más correcto para el gobierno, pagar para facilitarles a los drogadictos su dosis de una manera simplemente más aséptica, que gastarse dinero en programas sociales para sacarlos de la droga y reinsertarlos, que es más justo; pero el dinero una vez más, es el que manda.

Es más correcto sacrificar animales con una inyección, que organizar programas de concienciación y adopción, que es más caro y necesita más tiempo, aunque sea lo justo.

Esto son dos ejemplos varios, de los muchos que se pueden poner para ver la diferencia y el arma de doble filo que significa. Aunque pueden coincidir, yo te aconsejaría, que te movieras más en tu vida por lo que piensas que es justo, que por lo que es correcto.

En muchísimas ocasiones, en la historia, han muerto muchos inocentes por hacer lo correcto, al igual que se han salvado mucha gente por hacer lo justo.

Está claro que lo ideal sería una mezcla de los dos, en la cual lo correcto haría ver como se hacen las cosas y lo justo, clasificaría si es ético o no, por muy correcto que pueda ser, ¿no crees?.

Así que, piénsatelo muy bien, antes de actuar, pues cada decisión que tomas en tu vida, cada norma que aceptas cumplir o no, lleva consigo una serie de consecuencias, y al final con tu juicio (sobre lo justo), tú decides que es lo correcto, porque al fin y al cabo, lo importante es que te quedes tranquilo contigo mismo, al hacer aquello que te hará sentirte bien. Por tanto, esto te invita a ser realmente honesto, ya que implica la capacidad de llevar la contraria a ciertas situaciones, si es necesario, en la que te encuentres inmersas.

Como también es importante saber que los errores son parte de la vida y una fuente de sabiduría, por eso no conviene tener miedo o estigmatizar los fracasos, como experiencias negativas. El dilema puede ser mayor, cuando sabes que la decisión que puedes tomar tendrá serias consecuencias, entonces, tendrás que decidir y/o equilibrar entre lo justo y lo correcto. 

Mi consejo, es que cualquier acción que no entre en conflicto con tus principios morales, éticos o culturales será lo correcto, pero, si lo hace, tendrás que discernir, si quizás puedas estar equivocado, y atiendas a ser más justo, o más cabal. Pero ante todo, no te justifiques en tu vida solo con hacer lo correcto, pues como ser humano, como raza superior a la que perteneces, tienes un compromiso de ver más allá, actuar con valentía y dignidad, luchando por algo más, que no cruce de lo que sea meramente solo de tu interés. 

Esto es muy personal y como dice la frase en latín “Nosce te ipsum”, que significa conócete a ti mismo, es nuestro deber alcanzar un conocimiento tal, que nos ayude a saber si en nuestra vida hacemos lo correcto, pero a su vez también lo justo.

Mantente comprometido en tus decisiones, pero siempre se flexible en tu enfoque, ya que un hombre sabio toma sus propias decisiones, y un hombre ignorante sigue la opinión de la gente…


miércoles, 26 de octubre de 2016

El viaje


…La cima de la montaña… Parece que puedo tocarla…

Otra vez he vuelto a tener la misma visión, cada vez es más frecuente, y la tengo metida en mi mente como una imagen cristalina, es la cima de la montaña sagrada, la que los amei, los ancestros de mi tribu llamaban Queral der, que significa la montaña del destino. Si alzo la vista, sigo viéndola, puedo verla desde antaño, desde que era muy pequeño y mi enai (mi madre), me contaba historias sobre ella; una luz envuelve la cima, pero con el astro de fuego en el cielo, apenas puedo distinguir nada más.

Sin embargo, en mis sueños, en mis visiones, puedo ver claramente que la cima está dividida en dos, tiene dos picos y de entre medio de ellos, emana un haz de luz maravilloso y misterioso, que me atrae, se acerca a mí como si me estuviera llamando… y cada vez es más fuerte, ya no puedo evitarlo y estoy obsesionado, ¿por qué me está ocurriendo esto?.

Me incorporo y subo una duna de este basto desierto en donde vivo, todo está lleno de los nieorel, las piedras que señalan las tumbas de todos los seres de nuestra raza, que acabaron exterminados por la furia de un mal desconocido para mí. Si, aunque soy joven, vivo en un gran cementerio que se extiende cientos de kilómetros en mi horizonte; estoy solo, creo que soy el único de mi especie, todos mis hermanos desaparecieron hace ya tiempo y yo sobrevivo como puedo; con la pena y el recuerdo de mi enai, que cuidaba de mí y me decía que todo no estaba perdido, pues algún día, los nemerions, volveríamos a surgir de la fuente, pues la energía fluiría de Queral der…

Leyendas y cuentos, que ella me contaba, quizás para ocultarme que también pronto desaparecería de mi lado, pues el mal desconocido envenenó su cuerpo hasta que desapareció y se convirtió, en una piedra más, de las que en este yermo lugar, proclama la caída de nuestra especie. En sus últimos pensamientos, me dijo que nunca saliera de este desierto, pues todo era muy diferente fuera, nuestra civilización cayó y el mal flota sobre la faz del planeta… Huyendo acabamos aquí, un lugar donde aún hay luz y se conserva durante todo el día.

Mientras recordaba todo esto seguía andando, envuelto en mi vieja túnica y cuando me di cuenta, había subido a una de las dunas más altas que hay por el lugar, y al alzar la vista, a lo lejos entre un horizonte de tumbas, se encontraba Queral der… Y volví a tener la misma visión, pero esta vez había alguien más en el sueño, no pude verlo, pero sentí que me decía que me iniciara… ¿Qué significaba aquello?, no sé... pero si es cierto, que los días en el desierto eran menos luminosos y algo me hacía presagiar, que pronto aquella zona, no sería segura.

Pensé que quizás en esa montaña, habría alguien más o encontraría la respuesta a todo lo que pasó hace tiempo, y me puse en marcha... Eso creo que quería decirme la visión, que iniciara el viaje.

Así que me puse en camino, sorteando con mis ágiles movimientos los nioriel y las eternas dunas, desobedeciendo a mi enai; lo único que sabía, es que no podía estar más tiempo sin hacer nada, ya estaba cansado de vagar, desperdiciando mi vida sin sentido. No paré hasta llegar a Tel visien, donde aún siguen en pie las antiguas runas, que estaban a las afueras de la ciudad, los nemerions siempre las consultaban en momentos de dudas y necesidad de consejos; de aquellas runas quedaban unas pocas enteras, y creía que de poco me servirían ya.

En ese momento, caí al suelo y volví a tener la visión, esta vez con más intensidad, cuando recuperé el conocimiento, me pareció que una de las runas vibraba y destellaba, ¿será posible?, me acerqué y dejó de hacerlo, entonces se produjo un temblor fuerte y las runas se iluminaron todas, de repente, mi túnica empezó a brillar y se llenó de inscripciones antiguas… No sé lo que pasó, pero sentí que tenía que continuar mi camino, ¿será posible que hubiera un destino para mí?, ¿sería casualidad que fuera el último de mi especie?, para mi enai era evidente, que lo vería como algo del destino, seguro. Yo no me eduqué mucho en esos temas y no creo en ellos, aunque las visiones... y ahora las runas, ya son cosas que me hacen dudar... no sé.

Proseguí mi camino hasta las ruinas de la cuidad, antiguamente debió ser algo impresionante; lástima que ya no me acuerdo, solo recuerdo el desierto y la arena en mi túnica. Me adentré en la laberíntica ciudad, y es curioso porque todos los sistemas estaban aún activos, la energía que irradia mi cuerpo activaba todas las puertas y mecanismos; era una ciudad preciosa, majestuosa, me quedé impresionado de la tecnología que tenía y cómo se comunicaba conmigo. Pues los nemerions nos relacionábamos a través de la energía, todo lo hacíamos a través de ella; seguí mi intuición y después de varios días, llegué a lo alto de una estancia, que era distinta a todas las demás, signos antiguos, una gran piedra y al fondo una puerta enorme.

Algo me hizo sentarme enfrente de la roca, y entonces mi pecho empezó a brillar, y una columna de luz apareció en la roca y surgió ¡lo que parecía un amei!, nadie había visto uno, ni mucho menos yo, pero lo supuse por las historias que me contaba mi madre. Era un ser muy alto, blanco y luminoso, me contagió de su luz y mi túnica se dibujó con nuevos dibujos e inscripciones, entonces como si fuera una visión y sin decir nada, me mostró un camino hacia Queral der y me alentó a continuar mi camino, a que confiara en él; sentía mucha paz, pero la duda empezó a crecer en mi interior, pues para llegar a la montaña, había que atravesar el mal desconocido… y nadie sobrevive a él.

Después se fue, y con un gran temblor, aquellas enormes puertas se abrieron dejándome pasar hacia la montaña, que ya se veía con más claridad, a través del pórtico.

Continué la aventura a través de las ruinas, saltando, escalando y usando mi energía para avanzar entre los escombros de aquella colosal ciudad; pasaban los días, y pensaba mucho en qué habría en la cima de Queral der, ¿qué pasaría?, ¿y si no lo conseguía?, tal vez si no estuviera solo, sería mucho más fácil… Después de varios días llegué al final de la ciudad, y ante las puertas de la salida, había una esfinge antigua; me llamó la atención, la miré con detenimiento, sus ojos destellaron y volví a caer en un sueño, en el que apareció otra vez un amei, que volvió a transmitirme su coraje y mi túnica se dibujó un poco más, le pregunté que si había alguien más como yo, le dije que ir solo me parecía demasiado arriesgado... Y cuando iba a decirme algo, miró al frente y desapareció rápidamente. Entonces al abrir los ojos me encontré, a otro ser de mi especie, ¡no era el último nemerion, qué alegría!, pero no decía nada, solo estaba allí y parecía dispuesto a seguir junto a mí.

Quizás el amei atendió mi petición, aunque no entiendo su desaparición tan inesperada; pese a que este compañero de viaje no hablara, me alejaba de la soledad, tal vez había sufrido tanto o más que yo, no sé, a lo mejor él también tenía las mismas visiones.

Seguíamos caminando hacia la montaña de dos picos, entre ruinas y arena, la luz del astro era menos intensa, y como un atardecer, teñía de dorado la suave arena, era impresionante, ¡un camino de oro!, ¿quién podría decir, que el mal habitaba por aquellos lugares?, quizás después de tanto tiempo, el antiguo mal se fue, al fin y al cabo, todavía no he encontrado ninguna prueba de él.

La arena desapareció del camino y entramos en un terreno pedregoso, unas montañas se elevaron sobre nosotros, y tenían tanta pendiente, que era imposible subir, aun con nuestra agilidad. No sabíamos cómo continuar, y durante tres días estuvimos buscando la forma de pasar, en una de las veces, perdí a mi compañero, pues se había adelantado, y en un mal salto caí, dándome contra las rocas, perdí la consciencia, y por unos momentos pude ver pasar a un amei a toda prisa atravesar una pared, que raro, ¿por qué no se paró conmigo?. Mi compañero me despertó y buscamos ese sitio señalado por el ancestro, y allí pudimos activar una antigua puerta camuflada entre las rocas, que daba paso a una gran cueva; al entrar mi compañero siguió hacia al frente, perdiéndose en la oscuridad, yo me detuve, pues las tinieblas me rodeaban y ya no veía a Queral der, sentía frío, enemigo mortal de los nemerions, pues como somos energía, podemos perder nuestra fuente vital y morir. 

¡Morir!, fue la primera vez que sentí realmente este miedo, esta misión cada vez me gustaba menos, de todas formas me adentré junto con mi compañero; aquello era un mundo distinto, seguro que hacía muchísimo tiempo que nadie pasaba por allí, además mi compañero también se comportaba de una manera cada vez más rara, estaba como eufórico, ¿tendría miedo como yo?.

Viajamos a través de la tierra en silencio y con plena oscuridad, alumbrados solo con la luz de nuestros cuerpos, creo que fue más de un mes; vimos criaturas impresionantes, algunas nos atacaban, pero parecía que lo hacían por miedo, ¡que extraño!, ¿una criatura tan grande asustada de una pareja tan pequeña?. Con el único brillo que generabamos, entre aquella eterna noche, nos condujimos hasta una gran puerta, el otro emerion, se alejó buscando una forma de activarla, y yo mientras tanto también buscaba, al final, encontré una runa antigua y la encendí; al instante un rayo de luz me envolvió como una barrera y allí estaba de nuevo el amei, la verdad es que tenía ganas de verlo. La puerta se abrió, y quede impresionado, pues a través de ella ya se veía la montaña con el haz de luz, bastante cerca, ya no había mucha claridad en el cielo, ¿tanto habíamos avanzado?... Podría ser, porque me encontraba muy cansado y no sé cuánto más podría aguantar en este viaje, me daba la sensación que llevaba un lastre encima.

El amei miraba hacia la cima y yo caí en la cuenta que estaba cubierta de nieve, es más, entraba un frío atroz por la puerta, entonces entendí que no podría llegar a la cima… Pensé que este viaje reclamaría mi vida; el ancestro volvió su mirada hacia mí con compasión; yo le miraba y entonces bajé la cabeza, como aceptando mi destino, y sin hablar, me dio ánimos antes de desaparecer.

Atravesé la puerta, y sentí un frío glacial, algo que nunca había existido en nuestro planeta, esto no era normal; mi compañero se acercó ágilmente y al ver la cima helada, nos miramos y todavía sentía más miedo, me abrigué bien con la túnica, escrita con todos esos símbolos antiguos y empezamos a subir hacia la cima.

Cada paso que dábamos, el viento se hacía más violento, caminaba entre la nieve y los nieorel que había, un cementerio de ellos, y el temor crecía en mí. Utilizaba toda mi energía para entrar en calor, pero era tan fuerte la ventisca, que nos echaba hacia atrás; así caminamos a duras penas, durante varias horas, todo había cambiado desde el principio, y pensaba que debería haber obedecido a mi madre y no salir del desierto. Mi compañero se comporta de una forma más extraña cada vez, ¿será por causa del frío?, lo que me parece más raro, es que aún no nos hallamos encontrado con ese mal, que exterminó a nuestra civilización.

Pasaban las horas bajo esa tormenta, ya casi no sentía mi cuerpo, y la energía de mi pecho dejó brillar, el miedo se apoderó de mí, pero yo seguía, quería terminar el viaje. Al buscar a mi compañero, al que había perdido de vista hace un rato, me di cuenta que me observaba y el nemerion apareció enfrente de mí, debilitado como yo, pero con una mirada distinta; con un movimiento rápido me atacó y entonces comprendí, que no era un nemerion, sino el mal que se personificó todo este tiempo atrás para engañarme y conocer mis puntos débiles, para matarme. Caí por la ladera, y a duras penas luchaba contra él, ese día la suerte estuvo de mi lado, o quizás fuera el destino, pues en uno de los forcejeos le pegué contra una roca, y un alud se lo llevó montaña abajo, quedando sepultado.

Sin fuerzas me puse en pie, y caminaba paso a paso, muy lentamente, mirando hacia la cima, ya no quedaba tanto, el viento rasgaba la piel, y no podía más… Mi enai me dijo una vez, que nadie podía derrotar al mal, y todo el que lo intentó cayó sin remedio… 

Y así fue, perdí mi energía y caí al suelo, la nieve cubrió rápido mi cuerpo y mi túnica... me hundí en la oscuridad… ¡Qué poco faltó!, a los pies de la cima quedé postrado, para ser testigo de la astucia del mal desconocido… Todo se había acabado… 


¿Ya está?... aquí termina mi vida... ¿de esta manera?...

Pero de repente, un grupo de amei me rodeó y los jeroglíficos de la túnica comenzaron a brillar, estaba cansado y dolorido, pero volvía a tener energía. Me incorporé como pude, y seguí caminando, tambaleándome, ya no sentía nada, tan solo quería llegar a la cumbre, acabar mi viaje; en ese momento, hubo un temblor y de pronto se levantó un tormenta colosal, el mal no se daba por vencido y quería matar aquel que no había muerto ante sus garras, pero los amei atacaron al mal, para protegerme mientras yo proseguía… Por fin y sin fuerzas, llegué a los dos picos, ¡era como en la visión!, formaban dos paredes a mi dos lados, y en medio, una luz cálida y atrayente, había destellos a mi alrededor, y el tiempo parecía que fluctuaba, el brillo distorsionaba las formas y los colores, ¡era un espectáculo!. Me acerqué lentamente, había llegado a mi destino y antes de entrar en la luz, volví la cabeza atrás y observé el desierto a lo lejos y todo el camino recorrido.

Entonces comprendí, que lo que mató a mi especie, fue ese mismo mal, porque era puro miedo concentrado, por eso, al pensar que necesitaba compañía debido al miedo apareció ese día, por eso mi supuesto compañero que iba conmigo no me hablaba, por eso los amei desaparecían ante su presencia, al igual que las criaturas de las cuevas y por eso cada vez que se acercaba a mí, sentía ese miedo, que me paralizaba. Entendí entonces que no se puede vivir con horror, pues este, es capaz de destruirlo todo, te esclaviza, y el que teme, al final acaba sometiéndose a su propia muerte; entendí que mi madre me protegió por un propósito y yo tenía una misión que cumplir. Si no la hacía yo, nadie más podría hacerlo, nada hubiera cambiado, si no hubiese aceptado la llamada y aun estuviera en el desierto escondido. No sé lo que hay en el resplandor, pero no puede ser nada malo, sonreí y me volví hacía el haz de luz y el contorno de mi figura se perdió lentamente en su brillo mientras andaba, hasta que lo atravesé del todo… Sé que el planeta volvió a ser como antes de que el mal sembrara su miedo, pues los amei acabaron con él y los nemerions regresaron, como un día me dijo mi querida enai.

En cuanto a mí, os preguntaréis que había en la luz, ¿verdad?, eso es algo... que no puedo desvelar (sonriendo), pues cuando la atravesé… 


... Bueno, cuando llegues a estar aquí, conmigo, lo entenderás…

Basado en Journey

domingo, 23 de octubre de 2016

La vida es injusta

Muchas veces he escuchado a gente comentando, ante la maldad de ciertas personas, ante hechos delictivos o barbaridades que claman al cielo, la expresión, - la vida es justa, llegará un día en que pagará por todo lo que ha hecho -. Yo sinceramente pienso que no es así, considero la vida como algo impresionante y maravilloso, pero si algo no es, es justa.

Está claro que una persona que comete una serie de actos malos en su vida, o que ha maltratado a muchas personas de su alrededor, tenderá a recoger la antipatía de los demás y en caso de delito, puede ser pillado por la policía y acabe pagando parte de lo que ha hecho (lo que mal empieza, mal acaba)… Vale, está bien, es lógico, pero de ahí, a que una justicia divina, un karma o energía reguladora, el destino u otra fuerza desconocida, caiga sobre él, para que pague por lo que ha hecho en esta vida, lo siento, pero yo no lo veo.

Y la prueba de que la vida es injusta la vemos cada día, en personas cercanas, en los telediarios, en los reportajes sobre mafias y estafas. La mayoría de ellos salen ilesos de la justicia de los hombres, pasan los años y no veo, que en sus vidas, les ocurra algo que pueda hacerme pensar en esa justicia que flota por el ambiente.

He visto jefes comportarse como verdaderos mafiosos, y ahí siguen, con una gran vida y buena salud, y sin embargo, también he visto, magníficas personas que los han sufrido y ahora ya están bajo tierra, esa es la realidad, ¿acaso eso es justicia?, no es cuestión de desear la muerte a nadie, pero hablando de este caso, ¿quién merecería morir antes, o quién merecería vivir más y mejor?... ¿Sabes qué?, que no lo veo, creo que la vida es muy injusta. Podrías decirme que una persona que se comporta como un tirano, no puede ser feliz en su vida y que en su día a día lo acaba pagando, vale… Es verdad que a lo mejor, pues no puede ser feliz, pero sigue fastidiando a los demás, infringiéndole sufrimientos a sus trabajadores, sin que ellos puedan hacer nada, ¿dónde está ese equilibrio del que hablan?; y no me digas que en el más allá, a mí eso no me sirve, yo me centro en este mundo, que es lo que vivo y donde tengo la “certeza” de que existo, ya que los problemas hay que resolverlos aquí, en esta realidad conocida, donde sufrimos los seres vivos.

Solo hay que ver la cantidad de asesinatos que hay, que aun cuando se encarcele al culpable, eso no va a devolverle la vida a la víctima, una vida única, preciosa, que sin tener culpa alguna, ya no sigue con nosotros; sangre derramada porque un asesino quiso apropiarse del poco dinero que llevaba encima, ¿dónde está la justicia?, ¿quién le repone la vida al inocente?, la vida es injusta.

O la cantidad de personas que pasan hambre o enfermedad tirados por la calle, mientras la gente se compra un móvil que le cuesta 800 ó 1000 euros. O incluso a un nivel superior, ricos que derrochan el dinero en verdaderas pamplinas, mientras estos pobres mueren cada día postrados como basura, sin siquiera una caricia de compasión, ¿es la vida justa?.

La cantidad de políticos que roban el dinero de nuestros impuestos, se tiran la vida padre, mientras precisamente un padre, tiene que repartir a sus hijos en casa de sus familiares para que puedan comer, y los primeros ni siquiera van a la cárcel, eso también es justo, ¿verdad?.

Todas las personas que sufren guerras, que no la han iniciado, mientras los verdaderos culpables están sentados en sus casas a muchos kilómetros de allí. Millones de muertes innecesarias, vidas desperdiciadas que tenían mucho que aportar a este mundo, pero que dejaron de respirar, porque un tirano, un magnate o un político ha dado la orden de guerra, para su propio beneficio, ¿quién es el que debería estar muerto?...

¿Por qué nacen personas con enfermedades tan graves y dolorosas?, personas buenas que sufren cada día la tortura en su cuerpo, cuando otros mismos con una maldad tremenda, tienen una salud perfecta o pueden costearse un tratamiento para esa enfermedad, ¿aun te sigue pareciendo justo?.

¿O por qué un inculto que solo sabe darle patadas a un balón e incluso ha evadido impuestos a hacienda, gana tanto dinero?, y un médico que lucha cada día en el tercer mundo por salvar vidas, y ve como se le mueren niños de enfermedades ridículas para el primer mundo, gana una mierda de sueldo; justo, justo, ¿no?.

Y si hablamos del tema de los animales, que sufren abominaciones, tales, que si tuvieras conocimiento en este momento del dolor, caerías al suelo en el momento. Ahora mismo, AHORA mientras lees esto, miles de animales están siendo torturados, apaleados, abandonados, quemados vivos, le arrancan la piel de cuajo, viven desesperados en jaulas donde pisan sus propias mierdas, ahogados, ahorcados, descuartizados y triturados vivos, acuchillados con saña y otras aberraciones que hoy las redes sociales sacan a la luz, y ni siquiera por eso se detiene tanto horror. 

Tantas personas secuestradas, acosadores, pederastas, policías corruptos, racistas violentos, niñas violadas una y otra vez, mutilaciones y asesinatos, en cada minuto que pasa de tu reloj, ¿quién paga todo esto?, nadie, los causantes libres por el mundo, tiñen de rojo y muerte todo lo que tocan. La vida no es justa. 

Y así puedo seguir diciéndote, ejemplos y ejemplos, algunos los conocerás, muchos otros no, y casi la totalidad de estos crímenes y abusos siguen en el anonimato y la oscuridad.

Personas y animales que están ahora mismo temblando de miedo, tiritando de fiebre, agonizando de dolor, sin entender porque tú, estás tan tranquilo en tu casa viendo la televisión o comprando cosas que no necesitas, y no les ayudas. Sus vidas, se apagan en este instante, cerca de ti, nunca las conocerás, ellos existieron y murieron sin derechos, sin voz, sin poder elegir, todo lo contrario de lo que te pasa a ti; mira el reloj más cercano que tengas, ¡míralo!, cada segundo que pasa, esto sigue ocurriendo, necesitan tu ayuda, ¡porque se están muriendo!, ¿entiendes?.

¿O no lo entiendes, o no lo quieres entender?, si no te levantas del sofá y empiezas a ayudar, si no cambias ya tu estilo de vida, seguirá todo igual, y los segundos seguirán sonando de dolor, mientras ves el partido del fútbol que echan hoy por la televisión, pasando del tema.

La vida es injusta, realmente es escandalosa, porque de por sí la naturaleza, es muy cruel muchas veces con los seres vivos, por eso es injusta, pero para contrarrestar esa ignominia natural, existe el ser humano que desgraciadamente, no cumple con su misión, tú no cumples con la labor que deberías hacer, para con los demás. Crees que porque pagas tus impuestos y cuidas a tus hijos, ya tienes derechos a todo y no tienes que hacer nada más; ¡qué lástima!, estás muy equivocado y por eso, el mundo sigue siendo injusto; así seguirá también para tu descendencia y la culpa la tendrás tú.

Has tenido la suerte de no haber nacido dentro de un agujero, y eres “libre” para hacer muchas cosas, pero si te fijas hay muchos agujeros negros y profundos a tu alrededor, con personas y animales atrapados dentro y si tú no te asomas, y le tiendes una mano para salir, morirán en poco tiempo. Si todos nos dedicáramos, solo a sacar algún ser vivo de un agujero en nuestra vida, ¡solo uno!, la vida sí que sería justa y podrías seguir viendo los partidos los domingos. 

Hay personas que piensan precisamente que la vida es injusta, y por eso mismo, se creen con el derecho de tratar a los demás de la misma forma, escucha amig@ mi@, si la vida es injusta contigo, tú no seas injusto con la vida, porque en esa vida que desprecias, estamos todos nosotros, que tampoco tenemos culpa de los avatares de esta vida.

Por eso, pienses una cosa u otra, nos queda una cosa por hacer, luchar, luchar para nivelar esta injusticia con nuestras propias manos; unirnos y luchar contra todo aquel que revienta el mundo, enseñar a los demás a darse cuenta de la necesidad de actuar, de cambiar ese egoísmo, que mata a millones de seres todos los días.

¿Te has sentido útil alguna vez?, yo no lo sé, pero si te digo que eres imprescindible y necesari@ para convertir este mundo, en un lugar lleno de justicia. Yo por mi parte quemaré mi vida, luchando contra todas estas injusticias, y si te colocas aquí junto a mí, conmigo, lo conseguiremos antes, salvaremos muchas vidas y le enseñarás a esta sociedad dónde se oculta la verdadera felicidad, entenderás por qué habita el hombre en el universo.

¿Sabes?, funcionas a un treinta por ciento de tu capacidad, puedes y debes hacerlo con más eficacia, porque tienes el potencial dentro de ti para transformar el mundo que te rodea, anda se valiente y cambia, si no la vida seguirá siendo injusta… y eso, no es justo.


miércoles, 19 de octubre de 2016

Por amor

Grandes cosas se han hecho en este mundo por amor, sin duda es el sentimiento más grande que pueden experimentar los seres vivos y en particular los seres humanos. 

Lo podemos definir, entonces, como un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser; hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. Como también puede ser un sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. 

Desde el punto de vista biológico podemos explicarlo como una serie de reacciones químicas en cascadas, que se producen en el cerebro, en concreto hormonas como la dopamina, serotonina y la oxitocina, que provocan una sensación de euforia, placer y bienestar en la persona, como si se tomara una droga. Todo esto, con la finalidad de socializar, emparejar y asegurar la supervivencia de los individuos y de la especie. 

Existen muchos tipos y formas de experimentar el amor, tenemos por ejemplo, el amor de madre, que es un vínculo muy especial y casi indestructible generado por la madre y su hij@, o el amor propio que tiene cada persona; el mal entendido, amor platónico, como se dice, un amor secreto imposible, también está el amor narcisista completamente egoísta, o el amor comprometido, almas que son tal para cual... Así una larga lista, en donde las personas, las circunstancias y el equilibrio emocional, proporcionan cualidades al amor, desde el más bello e ideal, hasta el más horroroso y enfermo (si se le puede considerar a eso amor). 

Siendo así, es curioso, como un sentimiento tan, tan fuerte, capaz de realizar esfuerzos sobrehumanos e incluso, el de dar la vida literalmente por otra persona, solo se use en la mayoría de la veces, de una manera muy superficial o puntual. El amor tiene un potencial grandísimo, el ser humano por amor hace lo que haga falta, salta los obstáculos que se interpongan en su camino, hace de algo imposible de imaginar, una realidad asombrosa que supera todos límites que el hombre posee. 

Por eso, es sin duda, el amor unido a nuestro pensamiento, el arma más poderosa que existe en este planeta, no hay creación destructiva del hombre, que iguale el poder que tiene el amor, para transformarlo todo y generar una riqueza, en todos los sentidos, capaz de abrir los ojos a otra manera de ver las cosas. 

Como decía antes, nosotros relacionamos normalmente el amor con el enamoramiento, la relación de parejas y situaciones similares, rozando solo la superficie de este sentimiento tan aparentemente conocido. Lo que nos cuesta ver de una manera más clara, son las posibilidades que tiene, pues cuando uno aprende a observar y a meditar, sobre todo lo que tiene alrededor, empieza a sentir la energía de la vida, de los que tenemos al lado, de la naturaleza, de todos los seres vivos y empieza a experimentar amor, no solo por su familia, sino por todas estas cosas, en las que de principio nunca se había fijado. 

Parece como si todo estuviera hilado a la perfección, conectándote a una nueva realidad, que siempre ha estado ahí, y de repente aparece; empiezas a ver la diversidad, como un todo, algo que vibra y se mueve, como un ser gigante y que tiene una conexión, que va más allá de lo meramente físico. 

Si por algo se definía el amor como nombraba más arriba también, es por la búsqueda, la unión y la atracción, así, cada vez más la física cuántica llega también a hablar, que el amor es la única fuerza, que se adapta al significado del universo, por eso los átomos se buscan formando moléculas, y a su vez estos compuestos, se rompen y vuelven a atraerse para crear nuevas sustancias, al igual que la fuerza de la gravedad también une la materia formando planetas, y nos mantiene unidos en esta gran roca; toda una variedad de fuerzas, que coinciden claramente con la definición del amor, por tanto no sería una locura, incluso decir, que la fuerza del amor es la que hace que exista el universo. Por eso es realmente la potencia del amor, lo más poderoso que conocemos. 

Cuando uno llega a entender estas cosas y ve como es en verdad esta existencia, comienza a amar este orden, este equilibrio, empieza a sentir también compasión, empatía y caridad; capacidades que tanto nos cuesta ver, por el simple hecho que nos hemos rodeado de cemento y hormigón, calzadas de alquitrán, vehículos contaminando, generando mucho ruido y luces de farolas y anuncios; esto forma un cocktail tal, que nos encierra en una coraza artificial tan alta, que ni siquiera nos deja ver bien el azul del cielo, el sol o la luna. Aislándonos por completo de verdadera naturaleza del hombre, ¿y qué es lo que pasa cuando nos aislamos?, que perdemos la capacidad de sentir, haciendo de nosotros personas frías, con una baja capacidad para amar, entre otros. 

Todos tenemos un pequeño generador de amor dentro de nosotros, y al igual que el cosmos, podemos producir este sentimiento tan maravilloso. Una fuerza que el hombre aun teme, pues es la única energía que el ser humano no es capaz de controlar a su antojo, y digo esto, porque todo en este universo son ondas y energía, solo eso, somos eso, en serio, esto no es espiritualidad, o cosas raras, esto es física pura y dura. Por eso, al igual que el hombre ha sido capaz de dominar otras fuerzas y energías, (algunas de ellas para generar grandes desastres), ojalá algún día, la humanidad pudiera fabricar una bomba de esta energía llamada amor, que destrozara el odio y el egoísmo que domina sobre la faz de la tierra, que hay por nuestra culpa. Sin duda sería el arma definitiva, distinta a todas las demás, que transformaría al hombre en su homólogo superior, curioso ¿verdad?, un arma para combatirnos y a la vez beneficiarnos, para bien.

Por tanto, después de todo lo dicho, de hablar del todo, y con generalidades, ahora te digo a ti, que todo esto corre de tu cuenta, depende de ti, debes entender que el amor, no es algo "cursi", no es una tontería, que no tienes tiempo o no crees en él porque tuviste malas experiencias con algunas personas. El amor lo es todo, y tú, si quisieras, puedes ser amor, pues a esto estamos llamado todos, es más que un sentimiento, es un don que cada ser vivo posee dentro de sí; solo el amor cambiará el mundo, y no el que tienes por tu familia, por la pareja, por tus hijos solamente, no, no, yo te hablo de mucho más, algo grandioso.

Cambiar el mundo amando, ayudando al necesitado, a ese que está cerca de ti, al que pide ayuda y se la merece; amor por los animales, en especial por los callejeros, respeto por la naturaleza, por tu ciudad, por tus gentes, por los que viven también lejos, por los que son diferentes a ti, no dejes de generar amor, como la dinamo de una bicicleta. Esto es lo importante, no hay nada más necesario, hasta que cada uno de nosotros no derramemos amor cada día, no se podrá apagar el fuego del odio, de las guerras, las envidias, las mentiras, los egoísmos, ¿entiendes?.

Por eso, esta historia empieza por mí y acaba por ti; esto es grande, muy grande, y mientras que no te des cuenta de esto, todo seguirá igual, entérate de una vez que tú estás aquí, para amar, no para ser un esclavo. ¡Déjate de tonterías!, no te pierdas con tantas cosas superfluas que no sirven para nada; amar, no es igual a ser tonto, amar no significa decir siempre que sí, todo lo contrario, es ser adulto, responsable con la vida, elevar tu ser a la máxima expresión. No tengas miedo, no perderás tu hombría o tu feminidad, no te mostrarás más débil, sino todo lo contrario, crecerás como persona y la gente escuchará con atención tus palabras y tus actos, amor es fortaleza, quien ama es fuerte.

Entonces te invito a que ames, respeta y no dejes de amar nunca, hasta el último día en que te mueras; pues amar no es solo querer, es sobre todo comprender. Se aprende a hablar, hablando, a estudiar, estudiando, a trabajar, trabajando, de igual forma, se aprende a amar, amando.

Este es el nuevo hombre/mujer del siglo veintiuno, ¿quieres serlo tú también?... Pues no esperes más, se valiente, pasa página.


domingo, 16 de octubre de 2016

Colapso

¿Cuánta fuerza y energía hay que emplear, para arrancar el tocón de un árbol?, tiras, tiras y tiras hasta que al final, la cantidad de raíces no aguantan más, se colapsan y el tocón sale despedido de la tierra. ¿Cuánto puede aguantar una gomilla elástica?, extendemos con fuerza y saña, hasta que se rompe, y cuidado con el retroceso, porque te puede saltar un ojo.

Esto mismo pasa en nuestras vidas, ¿cuánta presión podemos llegar a soportar?, nos levantamos cada día con infinidad de cosas por hacer, el trabajo, la casa, los niños, el perro, el gato, el técnico que viene arreglar el termo, el banco y sus largas colas de espera, la revisión del coche, al supermercado, las visitas inesperadas, los problemas que van surgiendo… nos acostamos, y aún nos quedan muchas cosas por hacer, nunca acabamos.

Yo me pregunto, ¿esto es vida?, ¿por qué tiene que ser así?, ¿acaso, nuestros cuerpos pueden soportar tanto estrés diario?. Espera un momento, detente cinco minutos, y ponte a pensar en todo esto; el ritmo de vida que llevamos hoy en día, es bestial, y pone nuestra salud en riesgo, hasta el punto de originarnos enfermedades crónicas y algunas mortales. No solo eso, sino que esta rutina, nos hace perder la noción de todo y a veces realmente, no sabemos ni siquiera en que día de la semana estamos; perdemos el contacto con nuestra propia esencia y convertimos nuestros cuerpos en máquinas de producción, ¡y no lo son!, va en contra de nuestra biología, por eso, no es de extrañar, que haya gente que muera de un infarto con cuarenta o “cincuentipocos” años, como tampoco es raro, que el consumo de ansiolíticos y antidepresivos se haya disparado en las últimas décadas.

- Hay que ver fulanito, con lo bien que se le veía, y se le ha ido la pinza, está fatal, o menganito ha fallecido de repente, mientras salía de echar unas horas extras en su trabajo… -.

Cada día estiramos tanto las preocupaciones y obligaciones de nuestra vida, que llevamos a nuestro cuerpo al borde del colapso; y todos los días jugamos a este diabólico juego, tiramos, tiramos, estiramos más, sin saber que tu mente, que tus órganos están a punto de reventar, y enfermar, o simplemente, dejar de funcionar. 

Lo curioso es que muchas de estas preocupaciones nos las creamos nosotros mismos, y siempre estamos echando más carga al saco, y nuestro camino se hace cada vez más pesado. Debemos entender, que hay muchas cosas que deben esperan y otras incluso, ni siquiera hacerlas; lo queremos acaparar todo, y a parte de jugar con nuestra salud, no disfrutamos, no somos felices. Escavamos resquicios en el tiempo de nuestra vida para disfrutar, por ejemplo piensas, "entre las ocho de la tarde y las diez, tengo que disfrutar", obligándote a algo que no es así, este no el camino de una vida sana; pues no somos capaces de controlar nuestra vida, y no es tan sencillo, como decir – ahora voy a ser feliz -. 

No podemos estar programando cada minuto de nuestra vida, te aseguro amig@, que si haces esto durante años, vivirás algunos menos, no serás feliz y tendrás peor salud. Es importante que te tomes en la semana, algunos momentos de relax, de meditación, de perder el tiempo simplemente. 

Colapso de nuestro cuerpo y colapso de nuestra mente, que con tanto frenetismo, siempre tiene las alarmas disparadas; distraída en todo momento por los medios de comunicación, los móviles, y la mayoría de absurdos programas que emite la caja tonta. Dejamos de percibir la realidad en la que vivimos, la realidad que viven los demás en nuestro alrededor y la esclavitud permitida que sufrimos nosotros mismos. 

No somos los únicos que estamos siempre al borde del colapso, nuestro planeta, cada vez está más estresado por nuestra forma agresiva de tratar todo lo que cae en nuestras manos. Animales de todas las especies sufren nuestro egoísmo y nuestra maldad, somos la única especie, capaz de cambiar el relieve y el clima del planeta a un ritmo alarmante; como una plaga de langostas, que va pasando y arrasa con todo, dejando atrás un terreno yermo y ruinoso. Hablamos del tiempo que le queda al sol de vida, pero yo me preguntaría a priori de todo eso, ¿cuánto tiempo le queda a este mundo antes de que colapse?. 

La temperatura del planeta sigue subiendo por nuestra culpa, seguimos eliminando y desplazando especies de sus entornos naturales, cada vez somos más, contaminamos el aire que respiramos donde está el oxígeno que necesitamos, contaminamos el agua que aporta más de la mitad del oxígeno y absorbe el CO2, cada vez talamos más árboles, por lo tanto estamos empobreciendo y corrompiendo alarmantemente toda la cadena natural. Cada vez gastamos, queremos y contaminamos más, guerras, pobrezas, armas más destructivas, enfermedades nuevas y resistentes, ya nada parece que importa, para detener esta masacre; llegará un día, en que el planeta nos haga saber que no puede más, y entonces, como dice la biblia, vendrá el llanto y rechinar de dientes, porque no tendremos más solución que morir o abandonarlo, y buscar cual parásito, otro mundo que destrozar. 

Por supuesto después de nosotros, la tierra aún seguirá ahí, para intentar regenerar todo el daño que hemos producido, pues cuando todo colapse, no dudaremos en matarnos a discreción por lo poco que quede, y al igual que un cáncer, este mundo podrá respirar, porque desapareció de él, el mal más grande que ha conocido la historia del planeta, el hombre. 

Y por último me pregunto, ¿de verdad tenemos que llegar a esto?, ¿es qué no podemos cambiar este aciago destino?, ¿no somos Homo sapiens sapiens?, morimos por colapso de nuestros maliciosos hábitos de vida y destruiremos la vida en nuestra roca amada… Me parece que nunca, nunca, llegaste a entender lo que era la vida y el cosmos… Lástima, eres un desgraciad@, y pronto tú también caerás.


miércoles, 12 de octubre de 2016

El derecho a vivir

El derecho a vivir, una frase que parece que tiene un significado muy claro, que emana lógica y libertad, pero que si te pones a pensar, en la práctica no es más que una burda expresión de algo, que no se cumple pues el hombre lo usa a conveniencia.

Por tanto, cuando pienso sobre este tema, lo primero que se me viene a la cabeza, sobre que todo el mundo tiene el derecho a vivir, es que tiene derecho a no ser maltratado, amenazado, abusado, privado de libertad o de la propia vida; vamos, respetar por completo a todos, sin producir ningún tipo de daño, siempre que el respeto sea mutuo, ¿no?, algo así sería. 

Pero claro, este derecho, este respeto tan idílico ¿para quién es?, solo para el ser humano, o para todas las especies vivientes que existen en el mundo. Si lees los derechos universales de los animales promulgados en la UNESCO en 1978, prácticamente, iguala los derechos de todos los seres vivos, a los de los hombres; con la diferencia que permite el sacrificio de animales para el consumo y el comercio con ellos... Bueno, esto a nosotros nos parece normal como seres humanos, pero yo me pregunto, ¿el derecho a vivir de los animales debe ser igual al de los hombres, o no?.

Todos los animales estamos constituidos por células, que necesitan alimentarse y son en su generalidad iguales, con sus mismos orgánulos y mismas funciones. Compartimos un ADN, muy parecido, tenemos en común un sistema nervioso central, con capacidad para sentir dolor, frío, miedo o tranquilidad, por decir algunas de ellas; tanto es así, que compartimos la mayoría de órganos y sistemas en nuestros cuerpos, todos nos comunicamos de una manera u otra... Sin embargo, a pesar de todas estas similitudes y vivir en el mismo planeta, ellos no gozan de los mismos derechos que nosotros, ¿por qué, tiene sentido?.

Tan solo porque somos la especie con unas cualidades más desarrolladas respecto al pensamiento, raciocinio y actuación para transformar y crear lo que imaginamos, hasta límites indefinidos, nos creemos que podemos manipular la palabra derecho. Vamos, somos los más fuertes e imponemos nuestra ley como más nos interese, aunque eso limite las libertades de los demás seres vivos.

Si en los derechos de los hombres, yo no puedo matar a otra persona y comérmela, ¿por qué puedo matar a una vaca y comérmela?, oye parece una tontería, pero no lo es; cada día estamos privándole ese derecho a millones y millones de animales en el mundo. ¿Te gustaría que te criarán entre rejas y luego te mataran para comerte?, piénsalo de verdad... ¿ese es el derecho a la vida?.

Si yo entro en la casa de alguien y lo echo del lugar, apropiándome de su casa, estoy violando sus derechos... Pero, ¿si yo talo un terreno, mato y echo a los animales que allí vivían?... eso sí está permitido, era su hogar, ¿estoy cumpliendo con el derecho a la vida?.

No sé, es todo muy hipócrita, es como una mentira enorme, - a ver muchacho, tenemos que alimentarnos, todos lo hacen, ellos también -, si, ¿nos cazan ellos a nosotros?, ¿se hacen ellos bolsos con la piel de los humanos, o experimentan cruelmente para un fármaco o un cosmético?, ¿acaso no tienen ellos el mismo derecho que tú a la vida?, vivir una vida larga hasta el final de sus días.

La gente ve una hormiga y la mata, o una arañita y la estruja, ¿por qué?, ¿quién eres tú para matar a otro ser vivo?, ¡ah!, que como no es un ser humano, no es lo mismo, ¿no?, tú estas en lo alto de la pirámide, eres lo más importante. Entonces seamos claros, los animales no tienen derecho a la vida, al menos no como nosotros, están siempre sometidos a nuestro capricho, a cualquier cosa que queramos hacer con ellos, hasta el punto de poder quitarles la vida cuando queramos, ¿te parece lógico todo esto?.

A efectos de la vida, en la naturaleza, ¿qué vale más, la vida de un perro o la vida de una mujer?, nosotros tenderemos a darle más importancia a la mujer, porque es de nuestra especie, pero en verdad, los dos son seres vivos, son animales, ¿no?. Desde el punto de vista biológico, ¿qué tiene más valor?, ¿se puede diferenciar?, no sé, aunque parece lógico, no lo es tanto en verdad.

Que antiguamente se pensara así, podemos justificarlo más, pero en pleno siglo veintiuno, que queramos hablar de los derechos de los animales, cuando es mentira, y es una falacia, está claro que no los tienen. Aunque claro, si ni siquiera se respetan los derechos de los hombres, ¿cómo vamos a avanzar en estos términos?; vale es así, pero al menos, no mintamos, no reconozcamos unos derechos a la vida que no se cumplen, ni para uno, ni para otros. No digamos derechos, digamos más bien, ideales a alcanzar algún día...

¡Como somos los humanos!, no somos capaces de apreciar la vida, no entienden lo grandiosa y lo maravillosa que es, que además es única e irrepetible para cada ser. Deberíamos acercarnos más a ciertas creencia y hábitos orientales respecto a ella, sea la que sea; es posible, vivir en armonía, de otra forma, ¿acaso no aprecias tu vida?, entonces, ¿por qué no estimas de igual manera la vida que hay a tu alrededor?, tú no eres más que nadie y la electricidad que mueve tu corazón, es la misma que la que mueve al gato o al pez.

Respeto en todos los sentidos, ¿eso significa, que hay que ser vegano?, pues eso sería lo ideal, porque hoy en día se puede vivir sin comer carne, o por lo menos, comer muchísima menos de la que consumimos cada jornada; e incluso tratar con mucha más dignidad al animal que va al matadero, ya que pueden crearse, verdaderos sistemas indoloros para el animal, con un trato más ético respecto a sus derechos, no hacinados como una mercancía en minúsculos sitios, tratado por empleados sin formación, ni escrúpulos..., que lo único que ven es dinero, y alguien tiene que hacerlo. Claro, una persona que aprecia la vida, no puede trabajar en estos sitios, lógico, porque le duele demasiado, cada vida que apaga con sus propias manos.

La realidad es que el mundo está cambiando y cada vez más gente es sensible a estos temas, afortunadamente no pasamos la necesidad de nuestros abuelos, y la tecnología, ya ha avanzado mucho, y si no hubiera intereses de dinero, podríamos haber reducido el consumo de carnes de todo tipo, y de otros productos derivados de los animales, evitando millones de maltratos y muertes crueles, cumpliendo los derechos universales de todos estos seres vivos.

¿Quién le ha dicho al hombre que puede hacer lo que le dé la gana?, ¿quién, qué es el jefe y señor de este planeta?, recuerdo como en la Biblia se dice en el Génesis, que Dios ponía a su disposición a todos los animales y plantas de la creación para que gobernara sobre ellos... Eso es un midrash demasiado antiguo, que fue escuchado por multitud de generaciones, y ha hecho creer al hombre, que en verdad era rey de la creación; pero seguir pensando hoy en día en esto no tiene sentido, pues realmente esto nos aleja de ellos, y vemos como la ciencia descubre lo parecidos que somos en todo. Tanto es así, que viniendo del mono, deberíamos tener más respeto por nuestros ancestros, y no dejar que experimenten con ellos, arrasen sus hábitats o se les obligue a actuar en un circo, ¿así honramos a los animales que nos han llevado hasta dónde estamos?, ¡qué vergüenza, qué indignación!, somos la peor especie con diferencia del planeta... No podemos seguir ignorando el sufrimiento de estos pequeños nuestros.

Vivimos en una época, en la que no podemos seguir siendo ignorantes sobre estos temas, pero hoy vas a comer pollo, y no quieres saber nada más. No sabes dónde se ha criado ese animal, cómo lo ha hecho o lo que hacen con los que están enfermos, o con los pollitos macho; ¡BÚSCALO! y mira la realidad de frente, no seas tan egoísta, tan cobarde y por una vez en tu vida, entérate bien de las barbaridades que cometen las empresas alimenticias, permitida por los gobiernos, como siempre por dinero.

Documéntate bien, quizás a esos que se les llaman animalistas, no están tan locos como se les hace creer a la gente, y pueden enseñarte una realidad durísima y también, soluciones para salir de tanta maldad e hipocresía.

Particularmente yo defiendo toda vida, toda... y tan importante es la vida de un gato callejero, como la tuya, y no es una locura como te puede parecer, al contrario, mi visión de la vida es tan grande, es tan maravillosa, que si llegaras a entenderlo, comprenderías que lo que te estoy diciendo es algo impresionante, que sobrepasa comparaciones entre especies, razas, y demás.

Lo único que quiero es que te preguntes, ¿qué tipo de vida llevas?, ¿hasta dónde llega tu respeto a la vida y a todos los animales?... Seguirás comiendo la misma cantidad de carne, ¿verdad?, ya me lo imaginaba, no estás preparad@, ni quieres hacerlo, porque tú también manipulas el derecho a la vida, ya lo decía el gran Pitágoras, un hombre muy sabio, que vivió hace miles de años,- nunca mojes tu pan con sangre de inocentes animales ni de tus semejantes -, y después de tanto tiempo, el resultado evolutivo, es este pasotismo tuyo, ante la vida en general, en vez de revelarte ante el sistema y buscar soluciones.

La protección de los animales forma parte esencial de la moral y cultura de los pueblos civilizados, pero ya veo amig@, que parece todavía, que tú no eres más que un/una mon@, que no eres capaz de ayudar a un animal vagabundo, o te siguen gustando las fiestas donde se abusa de ellos, donde les robas todo su respeto, donde le quitas su derecho a existir y a vivir una vida plena, sin tener que sufrir la lógica aplastante del ser humano, esa que tú también compartes, que eres el rey de la naturaleza y haces con ella lo que quieras.

Cambia, por favor, respeta y ama cada forma de vida, todos los que tenemos animales, nos asombramos cada día, con el amor y el respeto que nos tratan ellos a nosotros. No dejes que ni una sola vida se apague por tu culpa o por querer desentenderte del tema, evoluciona, entra en la nueva era, en una conexión con ellos y la naturaleza... Si lo haces, comprenderás muchas cosas, tu vida cambiará y la suya será testigo de tu conversión y amor por ellos.

Lo que tendría que ser de humanos es proteger a todos los seres vivos de la tierra, a todos estos que tiene a su cargo, ayudar a los más débiles y no aprovechar su inteligencia para hacer barbaridades con ellos.

Si no entiendes esto... es que no sabes nada de la vida, no has comprendido nada... Piensa, esto es muy serio...


domingo, 9 de octubre de 2016

¿Y tú para qué vives?

¿Te has hecho alguna vez esta pregunta?, aunque parezca muy básica o muy sencilla, esconde como siempre una reflexión bastante importante de la vida. 


A ver dime, ¿tú para que vives?, y me puedes expresar, 

- vaya pregunta más tonta -, 

por ejemplo me puedes decir, - yo vivo para trabajar -, 

bien y trabajar ¿para qué?, - pues no sé, para ser algo en la vida, -, 

y ser algo en la vida ¿para qué?, - pues para ganar dinero -, 

sigo, y ganar dinero ¿para qué?, - pues para comprar alimentos -, 

y comprar alimentos ¿para qué?, - tendré que alimentar a los hijos que tengo -, 

y tus hijos ¿para qué?, - pues porque quería tener hijos -, 

y esto ¿para qué?, pues es lo que la gente hace, ¿no?, 

Y ¿PARA QUÉ?... 


Y así puedo preguntarte una larga lista, y tú puedes responderme, hasta el punto que ya no sepas que contestar, porque en realidad no sabes para qué vives, no eres capaz de encontrar el punto, el origen donde tu vida empieza, se realiza y crece. 

Conforme te pregunte pasaremos a niveles más básicos, avanzando hacia edades más avanzadas, y al final, ya sabes dónde acaba todo, con la terminación de la vida. Pues no es fácil aceptar, que en verdad, aunque tú vives para muchas cosas, en realidad es para nada, parece que falta algo, una pieza que no se ve. 

Vale, puedes estar en desacuerdo, y aferrarte a no sé qué, diciendo que eso es por lo que tú vives; bien dicho, es a lo que te has agarrado, a eso, bien por desesperación, por obligación, por ansia, por desconocimiento, por aburrimiento, por ilusión, por cumplimiento, por pasar el rato, etc. Todo muy respetable, pues cada uno elige lo que quiere o puede hacer con su vida, pero en el fondo, nada de esto responde a la pregunta. 

Una cuestión que interroga al ser humano y lo lleva al plano más “espiritual” y abstracto, en donde nada físico, nada material puede darte una respuesta definitiva al interrogante; aquí podemos ver, la potencia que tiene nuestro cerebro y nuestra mente, capaz de imaginar y alcanzar, lo que nuestro cuerpo no puede ni siquiera acercarse; tiene la capacidad de viajar años luz fuera de él, e inventar cosas fantásticas, realmente algo muy cercano a lo infinito y a lo eterno. 

De hecho, es nuestra limitada existencia y la fragilidad de nuestra biología, lo que hace que no lleguemos a más; si viviéramos cientos de años, y no tuviéramos que estar tan aferrados a lo material, quizás entenderíamos mejor la vida. Pero con los pocos años que estamos aquí en la tierra, la nefasta y malvada organización de nuestra sociedad, ¿podemos realmente pararnos a pensar, sobre esta cuestión?. 

Algunos llegan a la conclusión, que solo un ser supremo que tenga todas las respuestas, puede responder a esta pregunta, la verdad, en mi opinión, es como querer curar una herida poniendo solo una tirita, así, sin realmente pensarlo, ni razonarlo, pues si lo hacemos, este ser supremo se diluye rápidamente, no tiene consistencia. Y lo siento, no voy a pasar al plano de la fe, convencerme que me lo tengo que creer a la fuerza... No me parece normal. 

Por tanto, en esta realidad nos encontramos al hombre como el ser más próspero que se conoce, una maravilla de la naturaleza y la evolución, pero con una fecha de caducidad bastante corta; que vive en un planeta fantástico, del cual no está haciendo buen uso, su sociedad es muy compleja y egoísta; que gira alrededor del sol a 30 kilómetros por segundo y viajamos por la galaxia a 250 kilómetros por segundo… Y hasta ahí sabemos, poco a poco vamos descifrando algo más de la historia del universo y de la historia de los seres vivos en la tierra… Pero aquí se acaba todo, lo que se pueda decir a continuación no son más que creencias, teorías, hipótesis, mentiras o una simple fe ciega. 

No esperes que nadie pueda responder a día de hoy, a esta cuestión, yo tampoco puedo decírtelo, podrás entonces dedicar tu vida a tal o cual cosa, podrás creer lo que quieras, lo que si es cierto, es que esta duda, que nace en tu interior, es muy real y tangible en tu mente, en tu ser, puede que sea alguna vez descifrada por físicos, biólogos, médicos, etc. 

Al igual que a muchas personas que fueron adoptadas, desearon con inquietud, conocer su pasado y sus padres biológicos, todos nosotros tenemos, esta pregunta en nuestro interior, ¿y yo para qué vivo?, una duda que anhela ser respondida con toda nuestras fuerzas, una luz que pueda ser revelada; ojalá como en la película Contact, unos seres superiores se pusieran en contacto con nosotros en esa maravillosa playa, y nos dieran una explicación y un sentido, ojalá pudiera una divinidad manifestarse de verdad y aclarar esta sed de saber, ¿para qué todo esto?. Hasta el día de hoy, nada ha ocurrido y tendremos que seguir buscando dentro y fuera de nosotros esta respuesta. Lamentablemente, no en todos los post puedo contestar algo bastante certero sobre un tema, porque soy tan humano como tú y ahí se queda la duda flotando; lo que sí sé, es que si lleváramos una vida interior más desarrollada, y la exteriorizáramos hacia los demás, todo sería muy distinto, si fuéramos una sociedad unida y en paz, yo creo que hubiéramos llegado prácticamente a esta respuesta última, pues la solución y la verdad vive dentro de nosotros, aunque aún no la veamos…