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domingo, 17 de julio de 2016

Tic, tac, tic, tac

¿Lo oyes?, tic, tac, tic, tac, ¿cómo suena?, tic, tac, tic, tac, y no es Hugo Chávez, tic, tac, tic, tac, ni el político Pablo Iglesias por fortuna, tic, tac, tampoco es el último smartwatch que sale al mercado; es algo descomunalmente más importante, este sonido que escuchas es el reloj de tú vida, que no deja de sonar, y que tiene una sincronía espectacular.

¿Sigues sin oírlo?, pues espera a la noche, y cuando estés en la cama, cierra los ojos y siente ese reloj, - pero yo lo que siento es mi corazón -, claro, ese reloj del que te hablo va acompasado con tu corazón. ¿Eres capaz de entender lo que te dice con cada latido, con cada tic, con cada tac?, pues te habla de lo importante que es tu vida, dice que tienes un tiempo magnífico para vivir y disfrutar del mundo entero, de cada persona que te rodea.

Pero cuidado, porque también te dice que a este reloj, no se le puede dar cuerda, ni se le puede cambiar la pila, tiene un número concreto de vueltas, sus tic, tac, están contados y son limitados, quizás por eso este reloj, es tan preciado, pues se puso en marcha en tu concepción, y sólo estará funcionando durante unos años, luego se detendrá para siempre, nunca habrá otro igual que ese, con un sonido único, distinto a todos los demás.

Este reloj es también muy frágil, puede pararse con cualquier golpe, e incluso es totalmente impredecible, pues se puede interrumpir de forma inesperada, aún cuando todavía su madera de caoba, conserve el brillo y el olor a recién montado. Aparte, necesita un mantenimiento muy preciso y tratarlo con mucho amor, pues no vale colocarle cualquier pieza, sus engranajes encajan milimétricamente, no se puede limpiar con cualquier sustancia, hay que cuidarlo y no maltratar ninguna de sus partes, todo debe estar en su sitio, para que no atrase o adelante la hora, pues ya no serviría para nada y habría que descolgarlo de la pared y dejarlo en un rincón apoyado en el suelo, hasta que pueda repararse o se detenga definitivamente.

Tu vida, es tu cuerpo, es exactamente igual a este reloj, no pienses que tu corazón late, porque tiene que latir muchos años, en cualquier momento puede dejar de hacerlo y se acabó la historia; por eso, no te afanes en conseguir muchas cosas, dinero y prestigio, porque seguramente descuidarás las cosas más importantes, las más básicas y necesarias. El tiempo pasa, y lo hace rápido, cada vez los minutos parecen que cogen más carrerilla y la vida cruza veloz.

Cuida tu cuerpo, mímalo, no lo maltrates con drogas, no fumes, no bebas alcohol, cuida tu alimentación, que sea sana, haz ejercicio y él te responderá con una salud más duradera. Aléjate del estrés, porque un día puede parar en seco las agujas de tu reloj, piensa, medita sobre la vida e intenta alterarte lo menos posible, pues todo eso deteriora tu maquinaria interna; ríete mucho y si no sabes aprende a hacerlo.

Vive cada latido de tu corazón, cada tic, como el último, cada tac, como un regalo para ti y los demás, no te acomodes, ni te justifiques en las penas, y piensa que cada día es un obsequio que te da la vida, estés como estés, seas como seas, que tu cuerpo viva unas horas más, es un verdadero milagro.

Algo tan fácil de estropearse, y sin embargo sigues aquí con todos nosotros, compartiendo muchas experiencias buenas. Aprende a ser humilde y  a ver lo delicad@ que eres, porque cada minuto será un nuevo don, que te hará sacar una sonrisa de oreja a oreja. Al igual que un reloj se construye para ser mirado y dar la hora, para saber en que momento del día estamos, tú también eres observado por mucha gente cercana, para compartir con ellos tu alegría, tu energía y hacerle ver a los demás que estás allí, para conducir el rumbo de sus vidas en los momentos de necesidad.

Se constante en tu vida, en la búsqueda de la realidad, en la ilusión por cambiar el mundo y cuidar de todos los seres vivos que habitan en la tierra, al igual que el movimiento constante del péndulo del reloj, no dejes de moverte en armonía con la naturaleza, defiéndela con fuerza, pues ella depende de ti.

Y recuerda siempre esta senescencia programada que tenemos todos, algún día nos pararemos para siempre. ¿Dónde quieres estar en tu último tac?, espero que no te coja echando horas extras en el trabajo, o discutiendo con alguien, intenta que al menos, cuando te pille de improviso y el segundero deje de moverse, hayas realizado una gran labor en este  mundo y puedas encontrarte en paz con tu propia vida. No seas un reloj que pase desapercibido, que nadie lo contemple y no se fíe de la hora que das, si no todo lo contrario, que la gente espere cada hora en punto, para oír tu voz, para que cuentes la historia de tu vida, mientras suenan tus horas cumplidas llenas de sabiduría y buenas obras.

Como también te aviso, el reloj y el pasar de su tic, tac, suele hacerte perder la noción de los días, respira y siente el fluir del tiempo, pero no te obsesiones mirando sus agujas, pues más de uno ha perdido su vida, delante de él, con tal de aprovechar al máximo cada movimiento de su minutero... No intentes adelantarlo pues tu vida será corta, no intentes atrasarlo, porque no podrás recuperar lo pasado y sufrirás enormemente, vive mejor el tiempo presente como viene; recuerdo una frase que había escrita en uno de ellos, decía "una de estas horas será la tuya"... La clave de todo esto, es ser consciente de esta realidad, de la tuya, aceptándola, y tener la suficiente lógica, para saber utilizar el tiempo, cuando aprovecharlo y cuando perderlo, antes de que la cuerda se termine...




  

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